lunes, 29 de octubre de 2018

Flores para Camilo desde Guamá



La tradición, al menos en este municipio tan costero de la isla de Cuba, nunca se morirá. Son miles pues los niños que cada 28 de octubre se encaminan hacia el mar con un ramo heterogéneo de flores para el héroe de Yaguajay. Ayer fue el aniversario 59 desde que desapareciera en un vuelo entre Camagüey y La Habana luego de poner fin a una tentativa de partir la Revolución Naciente por el traidor Huber Matos. Los pioneros diseminados por toda la geografía guamense, en un domingo en los que por lo general se quedan en casa, vistieron sus uniformes y entonaron cantos y poesías al recordado Señor de la Vanguardia. Unas fotografías muestran la jornada en las cercanías de la playa Caletón Blanco   

Momentos en el que se lanzan las flores

Flores en el agua

Pioneros luego, preparándondose para declamar y cantarle a Camilo

Instructora de arte, artífice del momento cultural
Los pioneros con una pintura retrato del héroe

sábado, 27 de octubre de 2018

Con el arte ´´con todos y para el bien de todos´´

Santiago Silvano Santiesteban Corrales (Santiaguito)


El artista tiene que tener ante todo sensibilidad humana. El que no la tenga y diga serlo no lo es. Los de Guamá tal vez no posean fama, como aquellos que salen en los grandes programas de nuestra televisión o en el llamado ´´Paquete de la semana´´ ni existan periodistas a quienes les interese venir a pasarse unas horas siquiera en el ´´monte´´ , como dicen los  ´´urbanizados´´ que con grandes gestos de desprecio nos marginan. Los artistas de las costas de donde ocurrió la Batalla Naval de Santiago en 1898, de donde empezó la revolución rebelde que nos dio libertad, luchan para que, con lo poco que tenemos y la esperanza millonaria de nuestra convicción, darle al público que es el mismo pueblo un pedazo de su alma. Estos artistas no escatiman pues en sellecionar ninguna clase para actuar. Su ´´ picazón´´ se las desquitan con quienes humildemente los atienden en cada espectáculo.

Santiago Silvano Santiesteban Corrales (Santiaguito) es uno de ellos. Es un joven instructor de arte en la manifestación de teatro quien recorre el municipio de en extremo a otro. Se los propongo en estas imágenes que hablan por sí solas de su talento, actuando para niños con cáncer en la localidad de El Francés, consejo popular del mismo nombre:  

Santiaguito vestido de payaso junto a un compañero, actuando

El públio asistente atento.

Santiaguito frente de algunos de los niños





































Niños a los que va dirigido el espectáculo

viernes, 26 de octubre de 2018

Odisea Crónica de quien viaja para trabajar lejos: de regreso a casa.



Los ómnibus de montaña o Cajón (Fotografía tomada del diario El Artemiseño)

 Me transformo en algo que no se que es pero va muy mal humorado cuando a las cinco de la tarde tengo que coger la guagua o el Cajón como le decimos al transporte de montaña que sale desde Chivirico hacia Santiago de Cuba a lo largo de más de setenta y dos kilómetros en los que se van quedando unos cuantos trabajadores. La odisea a veces no es odisea. El Cajón viene vacío y todos damos gracias pero por lo general no siempre es así. Antes criticaba a los que viajaban desde distancias de hasta superar los cincuenta millas y nos los entendía. Ahora los entiendo a la perfección.

La vida del guamense que trabaja lejos se limita a crearse una paciencia enorme porque el Cajón viene tan pero tan lleno que no cabe en él ni un alfiler en más del ochenta por ciento de las acasiones. Carecemos por tantas dificultades de un transporte seguro pero no nos falta la fe de salir cada día a batallar, a aguantar cuando tenemos la suerte de abordar la guagua a punta de patadas en las espinillas, el calor, a alguien que nos mira con mala cara, a la que no le gustan que la aprieten.no nos falta la fe: que entiendan esto los que si les da la gana lean esta página.

Volvemos al tema: logro acomodarme en una esquina del Cajón. Aquel en que me transformo quiere también mandar a freír tusas a quien me saque de las casillas, pero me auto educo y callo. Solo hablo con los conocidos que me acompañan en mi aventura de las tardes. A veces me entretengo mirando las montañas o al mar, depende en que lado me acurruque. El viaje dura una hora y quince minutos. En la primera parada de lo que considero el barrio de Cañizo pido mi parada. Medio mallugado y la frente sudada a más no poder abro la puerta. Bajo con mis cosas. Le doy gracias a Dios porque vencí una jornada más y lo más importarte, no le partí la cara a nadie y lo más importante aún, nadie me tocó la mía.

Mañana a las cinco, pero de la madrugada, el alcatelito multifacético (despertador, grabadora, teléfono, reloj, cine móvil), resonará por toda mi humilde casa. Me levantaré. Me haré nuevamente un huevo (si hay), se lo echaré al pan de la bodega, saldré a coger algún artefacto con ruedas y volveré a la carga como un loco quijote de este siglo XXI en donde soy un guamense más que no piensa si tiene dinero o no aunque mis bolsillos suenen vacíos, aunque la panza me traqueé por no comerme un almuerzo de lujo todo el día. Encarecidamente pido a Jesús me guarde antes de bajar el escalón hacia la parada….       

miércoles, 24 de octubre de 2018

Crónica del pescador



El mar junto a las montañas de Guamá, antes de anochecer
El mar en las noches ya no es azul. Es como un abismo hecho de agua que trae como recompensa muchas cosas buenas y eso el pescador lo sabe. A la orilla lo espera su compañero de viaje junto al bote pero antes, al atardecer, prepara un beso para la esposa e hijos mientras ésta le prepara la merienda de medianoche y una botella de café. La noche se enciende. Los chicos juegan a las escondidas. Una brisa que viene de la costa le anuncia: es la hora de partir. El beso es dado. Calzado de unas buenas botas se aleja. Saluda a algunos vecinos que lo conocen desde que tiene uso de memoria. Camina a lo más dos kilómetros hasta que cruza la carretera para al fin llegar a orillas del abismo.

Ya son tantos los años que lleva pescando que el olor a salitre es fragancia. El sonido de las olas que vienen y van nunca llegarán a asustarlo como aquella primera vez que el viejo lo trajo cuando adolescente. Por aquel entonces a la madre no le gustaba la idea pero desde la muerte del viejo, la vida le dio un giro de muchos grados. El Pepe siente los pasos. Ya desamarra el bote del pequeño embarcadero. Se voltea y lo ve sonreír. El pescador y el Pepe son buenos amigos desde la infancia. Al Pepe no le gustaba para nada el mar. El pescador fue convenciéndolo poco a poco y ya son una tonga de meses juntos. No hay nadie ni amigos que se confíen como lo hacen ambos.

Después del apretón de manos, saludar a los otros que también se preparan  y tirar la mochila en el bote, ambos empujan la embarcación mar adentro, se montan y, como buscando algo, empiezan a remar hasta que las luces de las casas en la costa son puntitos al igual que las estrellas en lo alto del firmamento. A veces el pescador imagina cómo fuese la vida si no existiese Tierra. Recuerda así una película, de esas americanas, en la que pasa algo de parecido.

Sin mucho que decir tiran ambos las redes al agua. El pescador y el Pepe toman durante la noche algunos tragos de café. Para matar el frío el Pepe saca una cajetilla chamuscada con dos o tres cigarros envuelta esta en pedazo de nylon para que no mojen y le brinda uno a su compañero. Mientras fuman la redes se mueven. Ahí vienen los primeros peces, advierte el pecador. Al lado las cajas para echar la mercancía. Uno ayudado por el segundo empieza a subir la red. Pesa algo, dice el Pepe, Hoy si que nos las pusimos. Los peces ya se ven. Tal parece que saben el final. A la luz de la lámpara china brillan como pidiéndole al destino otra oportunidad.

Con sus manos diestras el pescador los saca de la red y los va tirando a la caja. Mañana de seguro que los chicos se divierten de lo lindo comiéndose sus filetes con su punto de limón mientra la madre les dice que se cuiden de las espinas. La escena se repite varias veces. Los años en el trabajo han fortalecido sus brazos. Los brazos de pescador tienen que así pero la cosa no es de ahora para ahorita. El hábito hace al monje.

Las cajas repletas hacen que los pescados atrapados en la madrugada ya no tengan espacio y que estos se resbalen cayendo al piso del bote. Ya tenemos pa´ dos o tres dias, comenta el Pepe. El mar es una bendición de Dios, piensa el pescador. Dentro de algunas horas empezará a despertar el nuevo día. Ya va siendo tiempo de regresar a la base. Uno rema unos kilómetros. El otro, los restantes. Llegan cuando algunos de los demás botes también vienen entrando. El guardia, que igual ha tenido su faena cuidando el área durante la noche los recibe soñoliento. No hay dúo como el de ustedes dos, les grita. Matrimoniados hasta la muerte, responde el pescador soltando luego una carcajada. Sabe que al Pepe no le gustan esos jueguitos y la cara de este se pone seria.

El pescado recolectado le brinda a las familias del pescador y del Pepe respectivamente un almuerzo bien a la costera mientras que la otra parte la venden y así recaudar algo para comprar las cosas de sus respectivos hogares. En la casa lo reciben los chicos que ya se alistan para la escuela mientras la mujer le tiene caliente el agua. El pescador dormirá hasta las once. Vendrá a recogerlo el Pepe entonces. Tienen que mover la mercancía para luego dedicarse al mantenimiento del bote. Su nave, aquella con la que desafía el abismo acuatico en las noches, tiene que estar al cien.               

martes, 23 de octubre de 2018

El hermano que sigue vivo



A veces no sabemos lo que hacemos pero lo hacemos. Quién me iba a decir que esta fotografía, que nos tomara Arnoldo Fernández, aquel 18 de abril de 2017, donde le comunicaran ser uno de los ganadores del Premio de la Gaceta de Cuba sería la segunda y última que al menos recuerde con Eduard Encina.

Por estos días en el 3er Congreso de la AHS ha tenido latente su espíritu y la instantánea del amigo y el hermano la llevo conmigo muy dentro.

lunes, 22 de octubre de 2018

Personajes Guamenses: Orlando Arroyo




Desde chama lo conozco. Le decían por aquellos tiempos, el Camilo del barrio de Cañizo debido a su extensa barba y el sombrero alón con el que imitaba al héroe cubano desaparecido en el mar hace casi sesenta años. Algunos rumoreaban que realmente era él, que en realidad se había alejado de las tablas públicas, cosa que tejió en mi imaginación infantil la posibilidad de que fuera así el asunto. Con el paso del tiempo empecé a crecer y ver la historia como realmente es. Orlando Arroyo es mi vecino actualmente, vive a solo uno escasos metros de mi casa. En la secundaria visitaba su hogar y me sentaba, junto a su hijo Orlenis, diez años mayor que yo a conversar del mundo, la vida e historia universal. Cano, como también le dicen, en su mocedad fue un combatiente adolescente del Ejército Rebelde. Después, apicultor cuando después del triunfo de la Revolución Cubana se alejó de la vida militar y contrajo nupcias.  Es todo un personaje en mi barrio y como todos no es perfecto, pero admirado por el editor de este blog. Ha colaborado con el acopio de miel de abejas con el municipio. Aquí le va a Cuba y al mundo algunas pruebas de la existencia de Orlando Arroyo alias Cano o Camilo en antaño:


Con Eliecer Joubert Roblejo, acompañando a este en una de sus caminatas

Su Carné que lo acredita como combatiente de la Revolución Cubana

Fotografía reciente del personaje

Personaje a los 16 años. Época del Ejército Rebelde
Posando como si fuese Camilo Cienfuegos Gorriarán, Héroe de Yaguajay





viernes, 19 de octubre de 2018

Caracol de Agua: una granada sin espoleta desde el Contramaestre cubano


(Breve entrevista que me concediera Arnoldo Fernández Verdecia, editor del blog Caracol de Agua con motivo de su cumpleaños 9. Finales de Agosto de 2018)

Olber Gutiérrez Fernández (OGF): Caracol de Agua arribó a su noveno año. ¿Cuál ha sido el objetivo fundamental de tu blog?

Arnoldo Fernández Verdecia, editor de "Caracol de Agua"
Arnoldo Fernández Verdecia (AFV): El 25 de agosto de 2018 mi blog Caracol de Agua cumplió nueve años. El propósito inicial con el que salí a navegar fue, sobre todas las cosas, registrar aquellas historias que generalmente no son visibles en los medios oficiales. Historias de personas humildes, lugares, sensaciones de aquello que acontece y que muchas veces pasamos frente a ellas y no reparamos en su presencia, es hacer de los que muchos llaman intranscendente, un hecho trascendente. Por ejemplo, la muerte de un animal. Decía José Ingenieros que cuando uno está ante de una obra de arte, un hecho histórico, un suceso épico y no se conmueve, no hay una lágrima en ti, no hay un dolor que se despierta, no hay una sensación de bondad, es porque algo se ha apagado para siempre; no eres capaz de ponerte en el lugar del otro. Caracol de Agua lo que ha hecho siempre es ponerse en el lugar de los otros, es darle voz a los otros, que los otros se conviertan en protagonistas de sus propias historias. Por eso te vas encontrar historias como la del niño que tuvo su primer perro, la de un abuelo que tenía una vaquita lechera y un día llegaron unos matarifes y al amanecer lo único que encontró fueron los restos inferiores y el hijuelo que llevaba dentro; por eso te vas a encontrar la anécdota de cómo un día fui a un basurero y me encontré con una montaña de libros y me puse a escarbar y encontré dos grandes obras que me marcaron para siempre: "Cuba: La República dividida contra sí misma" de Joel James e "Historia de la Vagancia en Cuba" de José Antonio Saco. Cosas como esas son las que Caracol de agua ha tenido la oportunidad de recuperar. Por ejemplo la historia de una muchacha que toda la vida, en la facultad de medicina fue de las más bellas, de las más deseadas y tuve la oportunidad de que me contara la historia de su relación con un árabe que al final consiguió llevársela a su país, pero luego  la convirtió en otra cosa que ni siquiera ella había imaginado: la encerró en un cuarto, la cargó de joyas, pero era una más de su harén y este árabe tenía una fobia terrible, para poder tener erecciones lo que hacía era golpearla con un látigo y luego la poseía brutalmente. Por ejemplo, historias como ´´Médico cubana encerrada en jaula de oro árabe´´, es imposible que te la puedas encontrar en la radio, la televisión, la prensa plana, pero en un blog como Caracol de agua te puedes encontrar cosas como esas y por supuesto, la historia que empezaron a construir amigos en la literatura, como Eduard Encina, que tuve la oportunidad de entrevistarlo  muchísimas veces. Las principales entrevistas que se le hicieron a Eduard, cuando todavía  era un desconocido de la prensa cubana, están en Caracol de agua. Eso es un orgullo que tengo, porque es uno de esos amigos claves que uno siempre conserva en la memoria. Esas son cosas vitales que tiene Caracol,  registrar historias que generalmente pasan ante los medios y no hay maneras de fijarse en ellas, porque  no despiertan lo que José Ingenieros decía, sensibilidad  o sencillamente porque algo nos anula o nos hace creer que esas historias no tienen ninguna importancia.

OGF: ¿Crees que los blogs son buenas herramientas?, ¿deberían explotarse más en Cuba?

AFV La blogósfera cubana  tiene poca historia. Yo creo que se puede fijar su nacimiento en el año 2008-2009, como los momentos claves en los que hubo un empeño de construir la blogósfera en Cuba. Sin dudas es una herramienta que te da la posibilidad de contar tus historias, de registrar las cosas que te interesan, de contar la memoria, de ponerla en función de ti mismo, de los otros, pero además de eso tiene un potencial enorme: te da la posibilidad de dialogar con el otro y no importa si está en Japón, si está en EE. UU., si está Canadá. Con el blog desaparecen las fronteras y te pone en condición de igual. No hay presidente que se vuelva inalcanzable, ni dirigente alguno. El blog te da la posibilidad de tocarlos a todos y de dialogar con todos. Un blog, me decía Orlando Concepción en el primer año de Caracol de Agua, que tenía en la mano izquierda una granada sin espoleta. Un blog, bien usado, bien dirigido, puede generar muchísimas cosas buenas; pero un blog cuando se va de nuestras manos y se convierte en algo que ya pertenece a la gente, se vuelve prácticamente incontrolable;  se convierte en algo que te explota y te vuela en pedazos.

OGF: ¿Sería bueno entonces que esta herramienta, se extendiese a  los lugares menos visibles de la Cuba de hoy?

AFV: Me parece que esa es una de las grandes funciones que tiene EL CUBO… Registrar lo que no se visibiliza en los medios oficiales, contar las historias que no están allí, es darle visibilidad a aquellas personas, hechos, que no son contados. El blog tiene la enorme posibilidad de salvar todo eso.

Yo creo que cuando se vaya a hacer la historia de la nación cubana de los últimos veinte años, la mayor parte de esa historia, la real, la objetiva, la vamos a encontrar mejor narrada en un blog,  que en medios como la radio, la televisión y los  periódicos. 

miércoles, 10 de octubre de 2018

Asentamientos aborigenes en el municipio Guamá



(Tomado de ´´Historia de Guamá en Cien Páginas´´, documento que circula en todas las USB, impresos y computadoras que tienen algún interés en nuestro pasado pero al que todavía, luego de indagar por todos los medios posibles, nunca he hallado al autor).

Las investigaciones arqueológicas realizadas en el municipio han permitido comprobar la antigua presencia de aborígenes preagroalfarero, afiliables a la denominada variante cultural guanahacabibes tradicionalmente conocidos como “Siboneyes” del aspecto guayabo blanco, sus huellas se rastrean con mayor o menor intensidad, a lo largo de la angosta franja litoral, atrófoda entre la agreste estribaciones de la Sierra Maestra (al norte) y las espumosas aguas del caribe (al sur).

Un gladiolito fracturado en la cima de un montículo-residuario del sitio agroalfarero de Buey Cabón. y una esferolítia en la parte superior del estrato antropogénico del yacimiento de El Paraíso. Estas piezas intrusivas en contexto de la cultura agroalfarera, quizás fueron recogidas en superficies por estos pobladores y llevados como “curiosidad” a sus aldeas; o tal vez su presencia allí obedezca a proceso de contacto culturales, o de transculturación entre grupos cayos redondo tardío y agroalfarero muy temprano, que coincidieron en el escenario suroriental.

Las manifestaciones arqueológicas de los antiguos moradores Guayabo Blanco en el amplio territorio costero de Guamá, se pueden clasificar en tres tipos diferentes: a) Residuarios de habitación de corta duración; b) Conchales y c) Objetos diagnósticos de estos grupos encontrados superficialmente, sin asociación estratigráfica inmediata.

Definición de las manifestaciones arqueológicas

a) Residuarios de habitación de corta duración.

Son lugares en que estas agrupaciones de Recolectores Cazadores Pescadores hicieron acampadas de corta duración, a manera de campamentos de transito.

En el municipio han sido localizados dos sitios con estas características; uno en el cementerio actual del lugar conocido por El Cuero y el otro emplazado bajo un alero rocoso del Complejo Cársico de El Vigía en el extremo oriental del Municipio, limítrofe con el de Santiago de Cuba.

En la superficie del área de enterramiento el Dr. Felipe Martínez Arango, recuperó en la década de los años 50, escasos fragmentos de alfarería, cuya tecno-estilística es la propia de las culturas agroalfareras (subtainas) que se establecieron en la región suroriental de Cuba..
Los vestigios de la pretérita presencia aborigen se encuentran a la   altura del manto freático.

El Cuero, resulta el único hasta el momento sitio arqueológico reportado en el Municipio Guamá, constructivo de una superposición cultural: productos sobre apropiados.

El Vigía II, aparece en un alero rocoso del complejo cársico del mismo nombre. un residuario (ya no existe) de pequeñas dimensiones (unos seis metros de diámetros), contorno circular, ligeramente abultado en su centro. En su porción superior, aparecían esparcidos, moluscos marinos, escasos huesos de Jutías, piezas de crustáceos trazos de ceniza y minúsculas partículas de carbón. Las evidencias estaban diseminadas, sobre todo en la parte exterior del alero, el que debió tan solo servirles a manera de techo protector de los rayos solares o de paravientos al fogón, pues por lo reducido de su espacio, no reúnen condiciones propicias para   su utilización como vivienda propiamente, máxime cuando en ese complejo se encuentran cuevas adecuadas para ese propósito.

b) Conchales.
Como su nombre lo indica son residuarios exclusivamente formados por grandes concentraciones de conchas de marinos univalceos, producto de una recolección intensiva en los fondos   llanos adyacentes, sin otros restos acompañantes que evidencien una permanencia aborigen prolongada de estos puntos, es decir, que  no constituyen sitios de habitación, sino que son el resultado de la acumulación constante de los caracoles del mar, abandonados una vez extraída su parte comestible.

En el Municipio Guamá, es en el que mayor número de conchales se han hallado en la provincia Santiago de Cuba, se reportan 15 de estos amontonamientos de moluscos.
Es importante señalar, que en algunos de estos residuarios, la presencia de artefactos concluidos en procesos de fabricación y otros abandonados por su inutilización por rotura en el desarrollo de su confección, parece demostrar que, en estos casos, además de la extracción de la masa alimenticia de los moluscos, se tallaron artefactos de esa materia prima marina, por lo que debían ser considerados como residuarios  talleres de conchas

Los conchales reportados hasta nuestros días en el territorio de Guamá son los siguientes:
Arena Menuda, La Playita, Boca de Dos Ríos II, Río Cojímar, La Caridad de Cojímar, Aserradero, El Paraíso II, Cabagán, La Playuela, El Farallón, Sevilla II, La Pesquera, Chivirico y Don Luis.

De todos estos conglomerados de moluscos descuella, por sus enormes dimensione, el de La Caridad de Cojímar, que presentaba – ya que fue destruido por  equipos maquinizados entre 1960 y 1970 – un largo de casi dos kilómetros, con ancho fluctuante entre 50 y 80 m y una altura máxima de 1,5 m, el de mayor tamaño informado hasta el presente en Cuba

Sistemas de asentamiento y economía

Tanto los escasos sitios de habitación, como los conchales detectados, se encuentran invariablemente situados junto o muy próximo – de la orilla del mar cercano a fuentes de agua potable. Las principales actividades económicas desplegadas por los aborígenes, durante su permanencia en Guamá, fueron: Recolección de moluscos marinos (siguas, cobos, almejas, ostiones, lapas y otros). La caza (jutias majaes, iguanas, así como otras actividades apropiativas como fue la recolección de huevos, pichones etc. Captura de crustáceos: como el cangrejo rojo o caro, el azul o de la tierra, las jaibas tanto de agua dulce como marina, la pesca litoral así como la captura de quelonios marítimos y fluviales. (2)


miércoles, 3 de octubre de 2018

Algunos hijos de esta tierra guamenses son reconocidos


Frente a los pioneros y estudiantes preuniversitarios del hoy, aquellos que en el futuro defenderán la Patria desde diferentes trincheras, se condecoran a los hijos de este pedacito de Cuba que es el municipio Guamá. Estas fotografías publicadas en ECO sean, para preservar la memoria de los que, condecorados aquél día, en el pasado se sacrificaron con la honrada misión de asegurarnos una sociedad algo mejor.


Los pioneros más chicos

Estudiantes preuniversitarios listos para entrar en la marcha de la bandera

Todos los condecorados en fila

Todos condecorados desde otro ángulo

Izando la bandera de la estrella solitaria



Maestra con un coro de chicos primarios, actuando en la ceremonia

Los pioneron condecorando 01

Los pioneros condecorando 02

Los pioneros condecorando 03

Los pioneros condecorando 04

Los pioneros condecorando 05

Después de la condecoración

El editor de este blog con uno de los condecorados

El editor de este blog con el grupo de conecorados completo

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