Momento en que comenzó la actividad de la APC en Guamá, 20 de octubre de 2017, día de la cultura nacional de Cuba |
Por Olber Gutiérrez Fernández
En horas vespertinas del día anterior la misma
directora en persona me hizo invitación. Instintivamente la idea no me dijo
nada, tengo que confesarlo, pero la curiosidad pudo más y acepté sin muchas vacilaciones.
El encuentro sería a las nueve de la mañana en la biblioteca municipal enclavada
en el poblado cabecera. Desperté en eso de las ocho. Me preparé y salí rumbo al
inmueble cultural media hora después. Gran sorpresa me llevé cuando al asomarme
vi que ya estaban en el local el profe Ibrahím y las dos bibliotecarias de la
Israel Pardo Guerra, centro en el cual imparto clases de Historia. También
estaban representados otros centros del territorio y claro, no faltaban
representantes estudiantiles de todas las escuelas cercanas a Chivirico. Era
veinte de octubre día de la cultura nacional. Excelente jornada para que la
Asociación de Pedagogos de Cuba (APC) del municipio se reunieran saludando el
día y dedicara la ocasión a la cruzada ideológica Camilo-Che que celebramos los
cubanos cada año. La actividad comenzó con uno de los pioneros haciendo honor a
Joseíto Fernández con una canción dedicada a la Guantanamera pieza inmortal de
la música cubana. Luego el profe Ibrahím fue invitado a tomar la palabra. Es un
docente que cuenta con vasta experiencia en el campo de la historiografía. Nos
habla en diálogo sencillo del Ernesto Guevara que vivió en la Sierra y
compartió la suerte de Fidel. Nos comenta sobre un artículo que infamaba a los
indígenas de América y del que Che cenando en casa de su autor reprende al
escritor logrando de este una disculpa, de cómo fueron los momentos históricos
en los que conoce al líder de la revolución en México y de los cuales se afirma
que en tan sola una hora de conversación se decide la suerte del futuro
expedicionario argentino del Granma. Es acertada y cálida la magnífica disertación
del profe que pregunta al final: ¿Cuántos Che nos hacen falta hoy? Se piden opiniones y alguien de los presentes
rompe el hielo. Dice que Ibrahím más que una oportuna intervención ha realizado
una clase magistral no solo de historia de Cuba sino de América. Juanita es la
segunda en ponerse en pie y nos deja otras preguntas para que reflexionemos.
¿Qué condiciones tenía Guevara para que lo justifiquen como paradigma a seguir
y tomarlo como modelo? ¿Por qué tenemos en el futuro el compromiso de crear conciencias
iguales a la de Che? Terminada las intervenciones el moderador nos presenta un
libro de Fernando Díaz Martínez llamado Camilo, un huracán de fuego y amor (318
páginas). El volumen se divide en dos partes. La primera nos habla de la niñez
del héroe; la segunda su vida como guerrillero. El libro está acompañado, en
los inicios de las partes, de poemas dedicados a la legendaria figura así como
testimonio gráfico de su quehacer en plena contienda de liberación nacional.
Los estudiantes luego hacen participación con textos en prosa y poesías
dedicados al señor de la vanguardia. Son destacadas las palabras de la
estudiante del onceno grado Idailianis Nápoles Macías de la ya mencionada
Israel Pardo Guerra. Terminados estos las trabajadoras de la biblioteca no
quieren quedarse sin aportar. Una nos da las coordenadas sobre como la cultura
ha diseminado su manto sobre los pobladores que habitamos la Sierra y la gran
aceptación de esta. Emocionado vuelve a tomar la palabra el profe Ibrahím. Ahora
evoca a nuestro Martí con su famosa frase SER CULTOS PARA SER LIBRES y a
nuestro comandante en jefe que enfatizaba que para tener revolución hay que
salvar a la cultura. Otra trabajadora sabiamente promociona Cien preguntas
sobre Historia de Cuba (139 páginas) y otro volumen que me llama la atención
poderosamente nombrado EVOCACIÓN, de Aleida March esposa y compañera del Guerrillero
Heroico. Para cerrar una sorpresa. Somos asaltados por trabajadores de la Casa
de la Cultura con poesías de Guillen y anunciado la culminación de la Semana de
la Cultura en la plaza 1ro de mayo luego de diez días de intensas actividades.
Dije que al principio la idea de ser partícipe no me decía nada. Agradezco a la
curiosidad por tan buen pretexto para asistir a tan grata actividad y le doy
gracias a la directora por tan buena decisión de invitarme.
20 de octubre de 2017 5:44 PM
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