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Logo del Blog aludiendo al tercer aniversario |
“El Cubo Oriental” llegó a mi vida en un mes en el que
las aguas regresaban a la tierra luego de algunos años sin llover como nunca. Esto
aconteció en 2017, época que me traería una buena oportunidad de empezar a
ampliar y dejar constancia escrita de mi pensamiento a través de un sencillo y
modesto blog, editado desde pleno corazón de la Sierra Maestra en
más de su noventa por ciento, una de las regiones de la isla antillana, rica en
abundante patrimonio histórico y cultural en la que, irónicamente, por
cuestiones que estarían demás volverlas a mencionar, la tecnología digital está
a mil siglos luz de las opciones que son características de los países desarrollados
del primer mundo. Dato de vital trascendencia: las primeras semanas tuve una
seria duda: ¿sería ésta una aventura pasajera que terminaría pronto, o me haría
adicto como veía a otros blogueros estar con sus respectivos proyectos?, y ejemplo
de ello cito al Arnoldo Fernández Verdecia con su “Caracol de Agua” y al Eduard
Encina Ramírez con su “Cimarronzuelo Oriental”, amigos profundos ambos
residentes “tierra adentro” en el Contramaestre que me viese nacer a inicios de
los años noventa del siglo XX. Duda, que únicamente el tiempo disiparía
radicalmente.
Son inolvidables las formas en las que pude publicar
los primeros textos en los que necesariamente me hacía falta una cuenta de Internet,
cosa a la que accedí en principio gracias a la cortesía de Arnoldo, para luego
sumarme a los usuarios de una cuenta Nauta, implementada desde el único punto
de ETECSA que cuenta Guamá hasta el momento de escribir este artículo, a dos pesos
libremente convertibles la hora por aquel entonces. Es imposible ya determinar
en qué momento aquellas dificultades y pruebas puestas en mi guión personal me
hicieron no detenerme ante lo imposible y comenzara en mi espíritu el gusto al
desafío de que al menos una vez a la semana armara algunos párrafos en alguna
que otra anónima computadora y viajar más de 40 kilómetros para
subirlos con estricta rapidez y ahorro, en cuanto al tiempo comprado para esta
inusual cuestión pero lo cierto es que a la vuelta de tres abriles, siento al “Cubo…”
parte de mi organismo y sin él no sería el Olber Gutiérrez Fernández de 2020. Es
igual a que fuera yo un fumador crónico que no concibe su existir sin la
nicotina transitando por su sangre. Así es la relación con mi “Cubo Oriental.”
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Muestra de una de las páginas recientes del Blog |
Algunos artículos publicados a lo largo de estos tres
años son considerados (modestia en medio por si las moscas), excelentes trabajos.
Cito de esto es por ejemplo “ Una Víctor Talking Machine Activa”, la historia
de Yiyo el anciano de un siglo que sin él saberlo me ayudó con ellos a ganarme
los cinco puntos en Historia Local en 2015 en la universidad (Personajes
Guamenses: Reseña sobre un hombre de Cien Años), las confesiones de Melba, (Personajes
Guamenses: Melba, la madrigalista de Guamá), o algunas de mis reflexiones en
torno a la lectura como “La lectura y el homo sapiens contemporáneo”, texto
elegido para presentarlo en la edición municipal de la Feria del Libro 2018. Con
este proyecto desde un lugar donde con amor y valentía puedo certero mandar al fatalismo
geográfico al carajo, como una de las atenuantes para que no sea visible ningún
trabajo intelectual que trascienda de manera notable, resiste este humilde
espacio a fuerza de voluntad y las ganas inmensas de poner las yemas de mis dedos
sobre el teclado, para darle cuerpo a aquello que transita por mis neuronas.
El tercer cumpleaños de mi Cubo Oriental se celebra en
medio de una crisis epidemiológica traída por el nuevo coronavirus y la
enfermedad que desencadena este: la
COVID 19, situación que nos ha cambiado a pobres y ricos la
existencia y que nos deja como opción dos caminos a elegir: tiramos la toalla y
nos dejamos vencer, o resistimos como lección incalculable que para el futuro
de la raza humana deja la historia de este presente. Hay mucha tela que cortar
y huellas que dejar todavía mientras Dios me siga dando aliento dentro de los
dominios digitales que le son cedidos a mi blog para que desde la isla de Cuba
y su Oriente siga navegando el mundo. Esperemos con ansias que se cumplan los
cuatro. Esperemos para ver dónde es que estaremos a la vuelta completa del
planeta, allá en abril de 2021.
Olber Gutiérrez Fernández
6 y 18 de la tarde del 13 de abril de 2020: A solo
seis días del cumpleaños, el 19 de abril.
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