No tengo escusas para no haber colgado este texto a
tiempo a pesar de que vivo en un municipio en el que se me hace difícil el
acceso a las redes en los días en los que debería poner las cosas que escribo
si nos referimos a fechas que nos marcan de una manera u otra. Quería poner
esto el 27 de enero. Ahí les va (a quién le interese):
PARA EDUARD ENCINA, EN SU CUMPLEAÑOS 45
Eduard Encina ya no es un hombre. Se ha convertido en
gorrión y vuela diariamente por toda la Isla. Su cuerpo humano descansa pero no
importa. Confiado estoy que al despertar expande sus alas y saluda al sol.
Cuando canta se renueva su esencia. Tampoco es de tener en cuenta que se muera
el gorrión. Él volverá a trasladarse a otro. Así nunca dejará de vivir. Es
mentira que la gente diga que en verdad Eduard Encina está muerto. Jamás la
muerte podrá vencerlo porque mi amigo encontró la forma perfecta para escapar
de ella. Pero, ¿y si se extinguen los gorriones? ¿Encontrará Eduard la
solución? Bah! Para qué preocuparme. Ellos nunca dejarán de existir. Ayudarán a
mi amigo. Algo me dice que saben de la tarea encomendada. También mi amigo
tiene sabiduría para no dejarlos morir.
Olber Gutiérrez Fernández, enero 19, 2018
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