No tengo ni la más mínima idea de
a quién le debo el honor de tener este poema en una de mis memorias flash. Solo
sé que buscando en ella me he topado con la carpeta. Tampoco haré el esfuerzo
de recordar. El texto es de Mario de Andrade: precioso toque que realza la
verdadera esencia de en qué dirección hay que ir mientras nos lata el corazón.
Sin nada más que decir lo plasmo en mi Cubo Oriental.
Olber Gutiérrez
Fernández, 27 de abril de 2020
Mi alma tiene prisa
Conté mis años y descubrí que
tengo menos tiempo para vivir, de aquí en adelante, que el que viví hasta
ahora. Me siento como aquel niño que ganó un paquete de dulces; los primeros
los comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocos, comenzó a
saborearlos profundamente…Ya no tengo tiempo para soportar a personas absurdas
que a pesar de su edad cronológica no han crecido.
Mi tiempo es escaso como para
discutir títulos. Quiero la esencia, mi alma tiene prisa…Sin muchos “dulces” ya
en mi paquete…Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana. Que sepa reír
de sus errores. Que no se envanezca con sus triunfos. Que no se considere
electa antes de la hora. Que no huya de sus responsabilidades. Que defienda la
dignidad humana. Y que desee tan solo andar del lado de la verdad y la
honradez. Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena. Quiero rodearme
de gente que sepa tocar el corazón de las personas. Gente a quien los golpes duros
de la vida le enseñaron a crecer con toques suaves en el alma.
Sí, tengo prisa…tengo prisa por
vivir con la intensidad que solo los años pueden dar. Pretendo no desperdiciar
parte alguna de los dulces que me quedan…Estoy seguro de que serán más
exquisitos que los que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final
satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia. Tenemos dos
vidas y la segunda comienza cuando te das cuenta que solo tienes una… Por eso
quiero decirte gracias por formar parte de mi vida…Quiero que sepas que eres
importante para mí.
Mario de Andrade