viernes, 29 de noviembre de 2019

Pilar café a la antigua en Guamá, una de las tierras en la Cuba Oriental


 
Café tostado en un recipiente plástico amarillo
Listo para pilar
Entre el lapso de ser cultivado en nuestras lomas, recolectado, y el momento en que llega al colador, el café guamense pasa por una estricta rutina de despulpe y secado, para luego ser tostado y molido hasta convertirse en el cotizado polvo que millones de personas veneran tanto a nivel nacional como internacional, utilizando para ello anónimos molinos electrificados, o simplemente a la antigua con los brazos en las más humildes casas, donde es refinado a pilonazos dentro de un pedazo de madera ahuecada, que con el tiempo va tornándose más y más oscura sus paredes, debido a lo restos que van quedándose en los poros de la madera, de aquellos granos que lentamente van triturandose luego de pasados por la candela, con el toque de azucar parda o cruda exacto dependiendo de la cantidad a tostar. Esta última forma de preparar dicho polvo para luego ser colado con elegancia y maestría, es una de las costumbres que todavía queda arraigada profundamente en los nativos de estas serranías y que no pierde su encanto cuando se tiene la oportunidad de realizarla, como una de las actividades diarias en las que nos involucramos cuando nos encontramos en casa.


El editor de este blog con el pilón en mano


Dicho ejercicio ha pasado por una extensa lista de generaciones en Cuba, desde que los colonos franceses, llegados del Santo Domingo, introdujeron el cafeto en el oriente cubano colonial, cuando despavoridos huían de la revolucion esclava desatada a fines del siglo XVIII en La Española, territorio que hoy alberga a las naciones de Haití y la República Dominicana en la parte occidental y oriental de ésta respectivamente. Quien escribe estas lineas no escapó a dicha tradicion y la obtuvo de su abuela materna que cuando pequeño, le pedía ayuda mientras tostaba bandejas y más bandejas en un santiamén de dicho fruto que desde aquella remota época, (la de fines de los mil setecientos y pico), fue ganándose pedazos en el espíritu de los criollos quienes unos setenta años luego se volcarían a la manigua cubana en busca de su propio camino.


Café despues de los pilonazos
Ahora con el paso de los años ya mi abuela no esta presente (se ha reunido a sus antepasados), pero me queda en el corazon su huella profunda y pienso inevitablembte en ella cuando tengo la oportunidad de pilar cafe y voy retornando con el inconfundible olor que se despide en la escena con cada pilonazo, a mis origenes en aquel pequeño reparto de calles de tierra y gravilla llamado Vista Alegre, perteneciente este al Baire de los mambises legendarios. Me siento en cada ocasion experimentado sumo sacerdote, que venera la grandesa brindada por Dios de que gracias a los efectos de aquella revolucion de hombres y mujeres libres arrancados de su patria africana, planta tan exquisita se halla vuelto criolla y cimarrona en los montes de mi tierra donde no les falta el rocio divino.


De vuelta en el recipiente amarillo
Como muestran las instantáneas que acompañan este modesto trabajo, esta es una de esas en la que me he sentido bien caribeño pilando café tostado, sintiendo el aroma que caracteriza las mañanas guajiras en estos lares y sabiendo que luego me tomaré algunas tazas del brebaje más auténtico, salido de la isla más grande de las Antillas sin truco alguno como ese tan de moda de mezclarlo con chicharo y que en muchos de lugares ya es considerado normal. 

Cubano en fin, y cafetero como mis antepasados, aquellos que guiados por sus mayores, algun dia se levantaron y no pudieron jamas depegarse de la olla con el agua hirviendo, mientras que dentro del colador, echo de la más fina tela que tuvieran a mano, un duende esperaba para contagiarseles en el alma mientra repiraran, reproduciendose este en cada presa que se sumaba al encanto. como se puede ver, eta es otras de las maravillas que nos hacer ser un pueblo sin igual de este mundo en que habitamos tantas culturas diferentes.

martes, 5 de noviembre de 2019

Muestra Numismática en Guamá


    Por un descuido, luego de hacer algunas fotografías en el patio de esta guamense (Oleibis Estrada Naranjo) y con el objetivo de ilustrar el pequeño trabajo que editara en las páginas de ECO*, olvidé hacerle junto a las plantas a esta carismática mujer una muy importante instantánea que no debía faltar en dicho trabajo.
    Con idea de tomarla regresé a su casa unos días después y en aquella jornada, nos sentamos a conversar de la cultura, plato fuerte que siempre está presente en nuestras conversaciones y entre los temas abordados nos centramos de un momento a otro en la numismática, ese arte que es el de coleccionar monedas antiguas así como papel moneda. En ese instante Oleibis hizo una revelación que hizo crecer mi curiosidad: ella posee una gran colección de billetes cubanos (y extranjeros) anteriores a la etapa de 1959.
    No quise marcharme sin verla y tomarles algunas muestras para que también hoy esta se comparta en este blog guamense:  

Billetes Cubanos Anteriores a 1959

Billete de 20 pesos con la imagen de Antonio Maceo


Billete Antiguos de otras latitudes

Billetes de algunos países latinoaméricanos


ECO* Siglas de este blog creadas por el editor: El Cubo Oriental
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