martes, 27 de octubre de 2020

Conozcan a Lichi, el hombre de los mándalas

Desde que conozco a Ulises Tamayo Aliaga hace algunas semanas atrás, lo visito con alguna que otra frecuencia. Conversamos mucho entonces en esas ocasiones del arte y la vida, de cómo el mundo se vuelve nítido antes las cosas que nos hacen bien y le dan sentido a nuestros caminos mientras respiremos. Ayer fue una de ellas. Lichi estaba en el traspatio de su casa y dibujaba uno de sus mándalas. Es un hombre que ama lo que hace con gran fervor. Faltó en el trabajo anterior dedicadas a estas figuras, instantáneas de este pintor guamense. 

Hoy ECO salda dicha deuda:

 

Retocando una de las obras(Ángulo 1)

Retocando una de las obras(Ángulo 2)

El Editor de este blog con el Pintor

lunes, 19 de octubre de 2020

Daniel Faxas y el destino que lo trajo a Guamá

 

Daniel Faxas junto a su hijo y la escultura
Incontables fueron, a lo largo de nueve años, las ocasiones en las que transité por las calles de Baire en junto a mi amigo Eduard Encina. Fue en una de ellas que este personaje nos abordó cierta vez y existiese entre él y yo algún protocolar apretón de manos, con tal de no ser ambos malos educados aunque no nos conocieramos personalmente. Eran días en los que la muerte del Gordo estaba lejos de nuestras imaginaciones y se nos daban momentos memorables aquellos domingos; días en los que le tomaba “prestada” una cucharada de preciado polvo a mi abuela para darle vida en las tardes a los cafés Bonaparte, entre textos literarios salidos de nuestros humildes corazones e ideas sublimes que despertaban en el alma. Antes ya había oído hablar de él cuando Eduard conversaba con otros veteranos en mi presencia y lo mencionaba. Así fue como Daniel Faxas aunque nunca cruzara palabra alguna conmigo entró en mi vida de cierta forma y nuevamente volvemos a encontrarnos.

   Les cuento:

Es un jornada cualquiera buscando informaciones para mis trabajos periodísticos, producidos bajo meses de estricto adiestramiento por mí para la Revista Informativa Presencia, espacio portada de las emisiones diarias de Radio Coral emisora municipal guamense, territorio montañoso desde donde se edita igualmente este Cubo Oriental. No sé ni como ni cuando pero estoy cerca de unos de mis itinerarios para ese día, alguien me grita por unas de las persianas que me llegue a su oficina  y allí me dan la buena nueva de que hay un grupo de remodeladores contramaestrenses haciendo trabajos para desparecer los efectos de la pasada tormenta tropical Laura en el Parque Central José Martí de la cabecera municipal.

   ¿Dónde puedo hallarlos?, pregunto luego de saber que hay gente de mi tierra natal.

   Son varios las acciones en las que andan, pero me interesa que indagues en una particularmente, me dicen, ésta se realiza en la Casa de Visitas. Si vas a ir para no dejar pasar el suceso por alto sólo te pedimos que nos brindes algunas de las fotografías que hagas.

   No hay problemas con eso, digo a forma de despedida y me lanzo a la carretera donde gasto las suelas de los zapatos camina que te camina diariamente.

Minutos luego, después de atravesar calles, doblar por aquí y por allá tengo frente a mí el lugar. En medio de su patio  bajo de unas matas de mangos diviso la escultura de la que me hablasen en proceso de construcción. Me detengo a observarla varios segundos para seguir enseguida hacia la sala de recepción de la otrora Casa de Visitas del Gobierno que aunque en realidad ya no es tal cosa pero aún le perdura el nombre.

   Buenos Días, digo secándome el sudor de la cara a la primera señal de trabajadores del lugar.

   Buenos Días, ¿qué desea?, me pregunta una mujer delgada.

   Por favor con el escultor que está a cargo de la obra que he visto afuera.

   Ah ¿Daniel?, está por allá, me señalan.

Salgo al traspatio y lo lejos veo a dos individuos sentados con algunos alambres en la mano, uno de quizás cuarenta y tantos años, el otro un joven de unos veinte. Me les acerco.

   ¿Quién de ustedes es el encargado de la escultura que se está realizando en la entrada?, pregunto.

   Soy yo, me responde el de los cuarenta y tantos.

   Soy uno de los reporteros de prensa de la emisora local y me han enviado para cubra el trabajo que usted está haciendo, digo estrechándole la mano.

   Mucho gusto, Daniel Faxas, responde él, pero tan distraído estoy que no lo conecto para nada con mi pasado,  ni mucho menos que alguna vez lo saludé dándole la mano.

   Me comentaron que ustedes son de Contramaestre.

   Sí somos de Baire.

   Mira lo pequeño que es el mundo, mi familia es de Vista Alegre. Yo nací allá pero he hecho vida aquí.

   ¿De veras? Coño compadre, qué gusto.

   Ustedes conocen allá a los escritores Eduard Encina y a uno que le dicen El Puro.

   Claro, sí nos llevamos con ellos. Son socios nuestros. Eduard era mi amigo, un tipo encojona´o.

    Siempre estuve con ellos en los veranos de mi adolescencia. En el Bonaparte.

    Sí lo conocemos. Todavía no creo que Eduard ya no esté.

Con esta información de repente empiezo a unir los cabos sueltos en mi memoria. Aun no tengo la certeza certera pero sí, conozco a Daniel Faxas desde hace años. Allí seguimos dialogando sobre la suerte de conocer Baire a su gente, de la vida cultural que se respira en aquellos pueblitos ubicados a lado de la carretera central, de la añoranza que sienten ellos de no estar por al menos ya cuarenta días fuera de casa y de la mía que tiene más de año y medio.

   Volvemos a caer en conversación sobre Eduard y el de menos se le que le echa.

   Silencio total por más de diez  segundos que rompo cambiando de tema, para no dejarle cabida a la melancolía que me causa recordar a mi amigo. Le hablo entonces de la idea del reportaje que quiero hacer sobre la escultura y nos ponemos de acuerdo en un santiamén. Juntos atravesamos la antigua Casa de Visitas hasta sentarnos unos cinco o seis metros cercanos de la impresionante figura. Allí saco mi SAMSUNG corporativo al mismo tiempo que Daniel me confiesa que las grabadoras le ponen un poco nervioso. Alude inevitablemente entonces a aquellas veces en la que Encina quiso filmarlo hablando de su obra con una camarita que tenía y el desastre que resultara la aventura.

La escultura
   Al fin ponemos le ponemos “play” sacamos un material de unos ocho minutos y otros cinco aparte de Danielito, explicándonos cómo ayuda al padre desde que tiene uso de razón. A Daniel Faxas se le enredan un poco las palabras, síntomas provocados por la grabadora tal como asegurara pero logra dominarse mientras el hijo lo apoya. Quizás, confieso ahora yo, dudé de sacar algo de aquello y que el esfuerzo noble de este bairero quedase perdido en el tiempo pero no: el susto fue superado y ya yo hoy tengo publicado por las ondas de Coral el trabajo periodístico. Antes de despedirme de él tomé algunas fotografías a la escultura aún inacabada del aborigen que pronto será debelada en la fuente del Parque Central. Otras también junto a Daniel y Danielito. 

El editor junto a los escultores y su obra



     

 

 

 

miércoles, 14 de octubre de 2020

Mándalas (o mandalas) para la vida desde Guamá

 

El artista guamense autodidacta Ulises Tamayo Aliaga nos regala estas propuestas desde su visión personal, nacidas a raíz de ese tiempo que estuvo en cuarentena mientras la COVID 19 sumaba sus primeros centenares de victimas infectadas en todo el mundo. “Originalmente, representaciones pictóricas emergidas en el seno de las religiones budistas e hinduistas, ambas asiáticas siglos atrás”, nos dice el propio Ulises, “son composiciones hechas con calma, seguridad y firmeza, todo un recreo visual que transmite al espectador un equilibrio emocional capaz de calmar las ansias del alma”.

Las diferentes técnicas y soportes para darle perpetuidad, según su amigo y curador de la exposición Germán O. Portuondo, director de la Galería de Arte “Guillermo Collazo” ubicada en la Cabecera Municipal donde se exhibe una muestra, lo han sido materiales como el acrílico, las temperas, el óleo, el dibujo, las acuarelas, la artesanía, piedras, lienzos, cartulinas, y así todo lo que pueda abarcar o conseguir para crear su obra. 

Destaca también en las creaciones de Lichi, como es conocido entre sus allegados, el poder que emana de ellas y que te hacen quedar prendido a primera vista de estos singulares trabajos de arte apenas que los descubres y te acercas a este hombre sencillo que es a su vez amante profundo de su terruño, de sus tradiciones socioculturales. Ulises Tamayo Aliaga es muestra verdadera de lo que es ser persistente. Como un gran mago saca de su mente estas maravillas y las comparte con nosotros.

Sirva EL CUBO ORIENTAL para difundir el arte guamense de Lichi:  

 









 
 
 


viernes, 2 de octubre de 2020

El respeto hacia los Héroes debe ser siempre… y en todos los sentidos

Imagen de nuestro Apóstol, pintorreteada

No identificaré el lugar exacto donde fue, sólo que me encontraba realizando un trabajo periodístico de un tema de sumo interés y mientras me encontraba esperando a que el entrevistado me atendiera encontré sobre unos de los burós un viejo libro de Historia de Cuba. Tratando de no aburrirme empecé a hojearlo recordando mis tiempos de estudiante, cuando tenía que recurrir a aquellas bibliografías para lograr aprobar la asignatura y gastarme para ello los ojos en las madrugadas antes de presentarme a los exámenes la mañana siguiente. Sobre las hojas amarillentas van apareciendo las figuras de aquellos hombres y mujeres que lo sacrificaron todo en los siglos pasados y sus vidas fueron ofrendas vivas hasta la muerte por este caimán esmeralda echadito en medio del Mar Caribe. 

 

Antonio Guiteras en igual surte

¡Pero qué es lo que ven estupefactos mis ojos! Me detengo apretando con firmeza el libro mientras  que observo huellas en él de que algún desconocido personaje en el pasado ha mancillado de tal forma cruel y mezquina algunas fotografías pintorreteándoles la cara con el creyón de un lápiz hasta dejarlas de tal manera que se insulta uno al presenciar tal cosa. Cosa que me pone a pensar de verás en el asunto como Big Bang que detona y me saca del alma esta reflexión.

 

La veneración hacia esas personas que dejaron de vivir sus sueños para ser mambises que sus pechosdieron a las balas españolas y cuya sangre se mezcló en la manigua con los montes sagrados de la Patria, hacia aquellos que no durmieron nunca hasta ver la dignidad de Martí echa realidad en las hazañas de Fidel y perecieron en la Sierra y en el Llano bajo la rabia de diferentes tiranías a lo largo de las primeras cinco décadas de la República, deber ser defendida hoy más que nunca en todas la direcciones y probabilidades.

 

En todo momento se les debe respetar. Vivir cada cubano de estos tiempos rindiéndole homenaje digno a sus memorias. Velar porque la bajeza, aunque sea inconsciente quizás de desfigurarles el rostro en los libros en las escuelas (porque es algo que existe y sucede, no cabe duda alguna), no llegue a consumarse y sobre todo, desde el papel de nuestros docentes en las aulas, enseñar a los estudiantes de hoy y del mañana que tal fenómeno no puede estar presente en la sociedad que construimos día a día y de la que nos quedará eternamente camino que recorrer para hacerla mejor.        

Otro importante de nuestra Historia

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