lunes, 28 de diciembre de 2020

Desde ya disponible texto indispensable para la historiografía martiana de estos y todos los tiempos: un sueño a dos voces hecho realidad

 

El Editor de este blog mostrando la portada digital del libro
   Han existido, (existen, y seguirán existiendo), textos escritos en Cuba que con el transcurrir  de los años se vuelen clásicos de la Literatura Nacional, sin importar nunca ninguna de las vertientes o temáticas en las que se escriban, y hay otros, que desde su propia intención de ver la luz, ya sea a través del formato impreso o el digital muy de moda en estos instantes por cierto, lo son por derecho propio aún incluso en los momentos en que todavía están en las mentes de sus escritores.

   Tal es el caso e incluido certeramente en el segundo grupo mencionado, el libro-ensayo “José Martí, el Apóstol de Remanganaguas” de los historiadores santiagueros Arnoldo Fernández Verdecia y Antonio Isaac Hechavarría, que según en declaraciones personales en vía telefónica a este servidor del primero, cerraron con la materialización del mismo un largo y extenso ciclo de investigaciones empezadas en los primeros años del siglo XXI. 

   Sin tapujos, “José Martí, el apóstol…” despeja un gran por ciento de incógnitas, a la vez que se convierte en revelador y fidedigno, en lo que refiere a la perigrinación del cadáver del más universal de los cubanos después de su muerte en Dos Ríos, haciendo abundante énfasis en su estancia en el enclave contramaestrense hoy de Remanganaguas, perteneciente antes de 1976 a la municipalidad de Palma Soriano, hasta el traslado del cuerpo a la ciudad de Santiago de Cuba donde permanece hasta nuestros días en el Cementerio Patrimonial de Santa Ifigenia. 

   Considero, después de haberlo leído con sumo interés, que el  libro se abre espacio desde ya para que sea tomado en cuenta seriamente, y de esta forma pertenecer a lo más alto de las investigaciones historiográficas en lo que refiere a Martí, catalogado según mi modesta opinión, un verdadero punto de referencia para comprender mejor la historia del Héroe Nacional que muchos pudieran creer terminada con su deceso a manos de las balas españolas el 19 de mayo de 1895.

   El que devore sus páginas, y sienta en ellas la magia que fuera depositada por estos dos autores orientales humildes, estará de acuerdo conmigo de que en sus vidas existirá un exquisito antes y después.

viernes, 25 de diciembre de 2020

Fotografías Guamenses: “Uvero, un lugar cimero de nuestra historiografía”

Estudiantes de Preuniversitario uvereños subiendo un lugar emblema guamense





  
Uvero, desde las alturas en un atardecer de invierno caribeño

Tarja que recuerda el lugar desde donde se hizo el priemer disparo el 28 de mayo de 1957


 

martes, 27 de octubre de 2020

Conozcan a Lichi, el hombre de los mándalas

Desde que conozco a Ulises Tamayo Aliaga hace algunas semanas atrás, lo visito con alguna que otra frecuencia. Conversamos mucho entonces en esas ocasiones del arte y la vida, de cómo el mundo se vuelve nítido antes las cosas que nos hacen bien y le dan sentido a nuestros caminos mientras respiremos. Ayer fue una de ellas. Lichi estaba en el traspatio de su casa y dibujaba uno de sus mándalas. Es un hombre que ama lo que hace con gran fervor. Faltó en el trabajo anterior dedicadas a estas figuras, instantáneas de este pintor guamense. 

Hoy ECO salda dicha deuda:

 

Retocando una de las obras(Ángulo 1)

Retocando una de las obras(Ángulo 2)

El Editor de este blog con el Pintor

lunes, 19 de octubre de 2020

Daniel Faxas y el destino que lo trajo a Guamá

 

Daniel Faxas junto a su hijo y la escultura
Incontables fueron, a lo largo de nueve años, las ocasiones en las que transité por las calles de Baire en junto a mi amigo Eduard Encina. Fue en una de ellas que este personaje nos abordó cierta vez y existiese entre él y yo algún protocolar apretón de manos, con tal de no ser ambos malos educados aunque no nos conocieramos personalmente. Eran días en los que la muerte del Gordo estaba lejos de nuestras imaginaciones y se nos daban momentos memorables aquellos domingos; días en los que le tomaba “prestada” una cucharada de preciado polvo a mi abuela para darle vida en las tardes a los cafés Bonaparte, entre textos literarios salidos de nuestros humildes corazones e ideas sublimes que despertaban en el alma. Antes ya había oído hablar de él cuando Eduard conversaba con otros veteranos en mi presencia y lo mencionaba. Así fue como Daniel Faxas aunque nunca cruzara palabra alguna conmigo entró en mi vida de cierta forma y nuevamente volvemos a encontrarnos.

   Les cuento:

Es un jornada cualquiera buscando informaciones para mis trabajos periodísticos, producidos bajo meses de estricto adiestramiento por mí para la Revista Informativa Presencia, espacio portada de las emisiones diarias de Radio Coral emisora municipal guamense, territorio montañoso desde donde se edita igualmente este Cubo Oriental. No sé ni como ni cuando pero estoy cerca de unos de mis itinerarios para ese día, alguien me grita por unas de las persianas que me llegue a su oficina  y allí me dan la buena nueva de que hay un grupo de remodeladores contramaestrenses haciendo trabajos para desparecer los efectos de la pasada tormenta tropical Laura en el Parque Central José Martí de la cabecera municipal.

   ¿Dónde puedo hallarlos?, pregunto luego de saber que hay gente de mi tierra natal.

   Son varios las acciones en las que andan, pero me interesa que indagues en una particularmente, me dicen, ésta se realiza en la Casa de Visitas. Si vas a ir para no dejar pasar el suceso por alto sólo te pedimos que nos brindes algunas de las fotografías que hagas.

   No hay problemas con eso, digo a forma de despedida y me lanzo a la carretera donde gasto las suelas de los zapatos camina que te camina diariamente.

Minutos luego, después de atravesar calles, doblar por aquí y por allá tengo frente a mí el lugar. En medio de su patio  bajo de unas matas de mangos diviso la escultura de la que me hablasen en proceso de construcción. Me detengo a observarla varios segundos para seguir enseguida hacia la sala de recepción de la otrora Casa de Visitas del Gobierno que aunque en realidad ya no es tal cosa pero aún le perdura el nombre.

   Buenos Días, digo secándome el sudor de la cara a la primera señal de trabajadores del lugar.

   Buenos Días, ¿qué desea?, me pregunta una mujer delgada.

   Por favor con el escultor que está a cargo de la obra que he visto afuera.

   Ah ¿Daniel?, está por allá, me señalan.

Salgo al traspatio y lo lejos veo a dos individuos sentados con algunos alambres en la mano, uno de quizás cuarenta y tantos años, el otro un joven de unos veinte. Me les acerco.

   ¿Quién de ustedes es el encargado de la escultura que se está realizando en la entrada?, pregunto.

   Soy yo, me responde el de los cuarenta y tantos.

   Soy uno de los reporteros de prensa de la emisora local y me han enviado para cubra el trabajo que usted está haciendo, digo estrechándole la mano.

   Mucho gusto, Daniel Faxas, responde él, pero tan distraído estoy que no lo conecto para nada con mi pasado,  ni mucho menos que alguna vez lo saludé dándole la mano.

   Me comentaron que ustedes son de Contramaestre.

   Sí somos de Baire.

   Mira lo pequeño que es el mundo, mi familia es de Vista Alegre. Yo nací allá pero he hecho vida aquí.

   ¿De veras? Coño compadre, qué gusto.

   Ustedes conocen allá a los escritores Eduard Encina y a uno que le dicen El Puro.

   Claro, sí nos llevamos con ellos. Son socios nuestros. Eduard era mi amigo, un tipo encojona´o.

    Siempre estuve con ellos en los veranos de mi adolescencia. En el Bonaparte.

    Sí lo conocemos. Todavía no creo que Eduard ya no esté.

Con esta información de repente empiezo a unir los cabos sueltos en mi memoria. Aun no tengo la certeza certera pero sí, conozco a Daniel Faxas desde hace años. Allí seguimos dialogando sobre la suerte de conocer Baire a su gente, de la vida cultural que se respira en aquellos pueblitos ubicados a lado de la carretera central, de la añoranza que sienten ellos de no estar por al menos ya cuarenta días fuera de casa y de la mía que tiene más de año y medio.

   Volvemos a caer en conversación sobre Eduard y el de menos se le que le echa.

   Silencio total por más de diez  segundos que rompo cambiando de tema, para no dejarle cabida a la melancolía que me causa recordar a mi amigo. Le hablo entonces de la idea del reportaje que quiero hacer sobre la escultura y nos ponemos de acuerdo en un santiamén. Juntos atravesamos la antigua Casa de Visitas hasta sentarnos unos cinco o seis metros cercanos de la impresionante figura. Allí saco mi SAMSUNG corporativo al mismo tiempo que Daniel me confiesa que las grabadoras le ponen un poco nervioso. Alude inevitablemente entonces a aquellas veces en la que Encina quiso filmarlo hablando de su obra con una camarita que tenía y el desastre que resultara la aventura.

La escultura
   Al fin ponemos le ponemos “play” sacamos un material de unos ocho minutos y otros cinco aparte de Danielito, explicándonos cómo ayuda al padre desde que tiene uso de razón. A Daniel Faxas se le enredan un poco las palabras, síntomas provocados por la grabadora tal como asegurara pero logra dominarse mientras el hijo lo apoya. Quizás, confieso ahora yo, dudé de sacar algo de aquello y que el esfuerzo noble de este bairero quedase perdido en el tiempo pero no: el susto fue superado y ya yo hoy tengo publicado por las ondas de Coral el trabajo periodístico. Antes de despedirme de él tomé algunas fotografías a la escultura aún inacabada del aborigen que pronto será debelada en la fuente del Parque Central. Otras también junto a Daniel y Danielito. 

El editor junto a los escultores y su obra



     

 

 

 

miércoles, 14 de octubre de 2020

Mándalas (o mandalas) para la vida desde Guamá

 

El artista guamense autodidacta Ulises Tamayo Aliaga nos regala estas propuestas desde su visión personal, nacidas a raíz de ese tiempo que estuvo en cuarentena mientras la COVID 19 sumaba sus primeros centenares de victimas infectadas en todo el mundo. “Originalmente, representaciones pictóricas emergidas en el seno de las religiones budistas e hinduistas, ambas asiáticas siglos atrás”, nos dice el propio Ulises, “son composiciones hechas con calma, seguridad y firmeza, todo un recreo visual que transmite al espectador un equilibrio emocional capaz de calmar las ansias del alma”.

Las diferentes técnicas y soportes para darle perpetuidad, según su amigo y curador de la exposición Germán O. Portuondo, director de la Galería de Arte “Guillermo Collazo” ubicada en la Cabecera Municipal donde se exhibe una muestra, lo han sido materiales como el acrílico, las temperas, el óleo, el dibujo, las acuarelas, la artesanía, piedras, lienzos, cartulinas, y así todo lo que pueda abarcar o conseguir para crear su obra. 

Destaca también en las creaciones de Lichi, como es conocido entre sus allegados, el poder que emana de ellas y que te hacen quedar prendido a primera vista de estos singulares trabajos de arte apenas que los descubres y te acercas a este hombre sencillo que es a su vez amante profundo de su terruño, de sus tradiciones socioculturales. Ulises Tamayo Aliaga es muestra verdadera de lo que es ser persistente. Como un gran mago saca de su mente estas maravillas y las comparte con nosotros.

Sirva EL CUBO ORIENTAL para difundir el arte guamense de Lichi:  

 









 
 
 


viernes, 2 de octubre de 2020

El respeto hacia los Héroes debe ser siempre… y en todos los sentidos

Imagen de nuestro Apóstol, pintorreteada

No identificaré el lugar exacto donde fue, sólo que me encontraba realizando un trabajo periodístico de un tema de sumo interés y mientras me encontraba esperando a que el entrevistado me atendiera encontré sobre unos de los burós un viejo libro de Historia de Cuba. Tratando de no aburrirme empecé a hojearlo recordando mis tiempos de estudiante, cuando tenía que recurrir a aquellas bibliografías para lograr aprobar la asignatura y gastarme para ello los ojos en las madrugadas antes de presentarme a los exámenes la mañana siguiente. Sobre las hojas amarillentas van apareciendo las figuras de aquellos hombres y mujeres que lo sacrificaron todo en los siglos pasados y sus vidas fueron ofrendas vivas hasta la muerte por este caimán esmeralda echadito en medio del Mar Caribe. 

 

Antonio Guiteras en igual surte

¡Pero qué es lo que ven estupefactos mis ojos! Me detengo apretando con firmeza el libro mientras  que observo huellas en él de que algún desconocido personaje en el pasado ha mancillado de tal forma cruel y mezquina algunas fotografías pintorreteándoles la cara con el creyón de un lápiz hasta dejarlas de tal manera que se insulta uno al presenciar tal cosa. Cosa que me pone a pensar de verás en el asunto como Big Bang que detona y me saca del alma esta reflexión.

 

La veneración hacia esas personas que dejaron de vivir sus sueños para ser mambises que sus pechosdieron a las balas españolas y cuya sangre se mezcló en la manigua con los montes sagrados de la Patria, hacia aquellos que no durmieron nunca hasta ver la dignidad de Martí echa realidad en las hazañas de Fidel y perecieron en la Sierra y en el Llano bajo la rabia de diferentes tiranías a lo largo de las primeras cinco décadas de la República, deber ser defendida hoy más que nunca en todas la direcciones y probabilidades.

 

En todo momento se les debe respetar. Vivir cada cubano de estos tiempos rindiéndole homenaje digno a sus memorias. Velar porque la bajeza, aunque sea inconsciente quizás de desfigurarles el rostro en los libros en las escuelas (porque es algo que existe y sucede, no cabe duda alguna), no llegue a consumarse y sobre todo, desde el papel de nuestros docentes en las aulas, enseñar a los estudiantes de hoy y del mañana que tal fenómeno no puede estar presente en la sociedad que construimos día a día y de la que nos quedará eternamente camino que recorrer para hacerla mejor.        

Otro importante de nuestra Historia

lunes, 14 de septiembre de 2020

La Otra Guerra 2: momentos televisivos dignos de notar

Mongo Castillo(Osvaldo Doimeadiós)

Dejando a un lado lo que ha supuesto 2020 para el mundo en torno al asunto de la COVID-19, otro tema que ha marcado mi vida en estos últimos meses ha sido atravesar la semana en mis quehaceres cotidianos y esperar con ansias el domingo a las nueve de la noche para deleitarme aproximadamente durante cuarenta y cinco minutos con la exitosa serie La Otra Guerra en su segunda temporada. Confieso que al principio no llamó mi atención cuando transmitieron la primera hace algún tiempo atrás, pero de esta que ahora vemos por Cubavisión, el canal de todos, me tiene enfermo con la pregunta todo un ciclo de seis días de qué sucederá en el próximo capitulo.

De aquellos que he visto hay tres momentos que conmovieron todo mi ser de manera electrificante. El primero fue la recreación del asesinato de los niños de Bolondrón en 1963 por las bandas contrarrevolucionarias, el segundo la historia contada por el personaje de Luis Enrique Carreres del viejo mambí Juan Mateo y la tercera, la muerte del gordo Yeyo en la emisión de anoche 13 de septiembre de 2020. Ignoro si los dos últimos fueron basados en la realidad o simplemente una buena jugada dramática del guionista Eduardo Martín Vázquez Pérez, pero para el espectador que de una forma u otra puede sentirse un personaje más, han sido toques que penetran el espíritu con una fuerza tremenda y profunda.

El entrañable Yeyo el Gordo
Así podemos palpar ese pasado que no está del todo claro en los libros de textos que desde la educación primaria nos acompañan pero que con el discursar de los años llegas a la conclusión de que no dicen aquello que deberían de decir. Eso es tema para otro artículo, recuerdo y aquí lo anoto para cuando me decida a escribir de ello. Por ahora en mi mente el llanto de la madre al descubrir en el piso de tierra los cuerpos inocentes de los infantes acribillados por las balas asesinas; el sentimiento como un escucha más de la historia triste de Juan Mateo al decir que estaba cerca del general Antonio en aquella carga al machete; el gordo Yeyo desangrándose con las ganas de seguir viviendo y la muerte tocándole las puertas de la existencia.

 

Osvaldo Doimeadiós, (Mongo Castillo) y Fernando Echavarría (El Gallo), muestran grandes actuaciones en esta propuesta que es lo mejor de lo mejor en esos tiempos de nuestra televisión cubana en 2020. También merecen sus notas aparte dentro de lo que se piensa en cuanto a los aspectos que forman los engranes principales de esta importante serie. Dejémosle eso al tiempo.          

Escena donde aparece El Gallo

jueves, 20 de agosto de 2020

Acerca de las reglas para no rendirnos antes de tiempo


   La primera regla que debemos aceptar en torno al asunto es que nos tocó ser carne, no Dios Omnipotente e Inmortal y la única rendición que real en nuestras vidas deberíamos adoptar, es la de abrirles nuestros brazos exclusivamente a la muerte al final de un largo camino. Mientras tanto, es cierto: nos agotamos y pensamos en instantes que todo se va acabando, pero ¡oh milagro!: podemos levantarnos y continuar, porque siempre llegarán nuevas fuerzas con las que poder seguir y reordenarnos el universo.  

   De otra forma para que se entienda la idea: vendrán sobre nuestras existencias huracanes tormentosos una y otra vez que nos querrán llevar a “mismísima mierda misma”, como dice un argentino que resume películas en You Tube, pero miremos bien mientras las rachas nos zarandean de aquí para allá y de allá para aquí a los lados, quitándonos el fango de los ojos para ver las dianas amarradas de la esperanza que nos pueden sujetar y ser éstas ángeles salvadores.

   De otra forma más, resumiendo, para entender la idea de una vez y por todas: aunque seamos carne lista para entregar a los sepulcros como producto putrefacto en mercado de orcos, crearnos una armadura de espectador curiosísimo que se pregunta todo el tiempo qué hay después en filme “live action” que somos, es clave esencial para “entender tal cuestión” y procurarnos con lo que nos queda de las ganas después de desechos los huracanes, unos cuantos años más de metraje para ver qué nos sucede.

   Las demás reglas para no rendirnos antes de tiempo, es mera  decisión de cada cual…     

martes, 18 de agosto de 2020

El profe Ibrahim…

Ibrahim en una demostración histórica


Acaba de morir hace algunas horas sumándose a la lista de quienes se hanido sin dejarme contar en este blog las historias inéditas que habían en sus vidas. Tuve el inmenso honor de oírlo hablar de la Historia de Cuba con pasión desorbitarte cuando compartíamos cátedra en el centro mixto “Israel Pardo Guerra” de este municipio y por aquellos tiempos yo era un pedazo de aprendiz en lo que él tenía más de cuarenta años recorridos: el profe Ibrahim era por lo tanto, en el Departamento de profesores de Historia, el más experimentado y hablaba de Céspedes Maceo, Gómez y Martí (por así citar algunos ejemplos), con tanta certeza como si hubise estado machete en cintura en la manigua con ellos. 

Ante aquellos alumnos que siempre estaban en “la guanajá”, como dijéramos en buen cubano en sus turnos de clases, su mano no le temblaba para regañarlos rectamente, cosa que me hacía compararlo con un sacerdote moderno al que no le gustaba que le faltasen el respeto a su religión bajo ninguna razón del mundo.

Recuerdo claramente con especial cariño uno de esos días de dos mil diecisiete en el horario de receso, cuando nos dábamos nuestros buches de refresco y partíamos el pan bañado con una fina capa de mantequilla con tranquilidad, que de buenas a primeras instalamos a conversar sobre aquellos Presidentes de la seudo república cubana. Evocó entonces su época de estudiante en La Habana, de cuando lo llevaron a ver a Grau San Martín que a inicios de la década de los sesenta sacaban de su residencia a tomar el sol en las mañanas y junto a un grupo de compañeros tuvo la oportunidad de ver. Aquello prendió en mí los deseos de realizarle una entrevista para EL CUBO que por entonces empezaba sus andanzas.

Meses luego realizaron en la escuela una ceremonia de reconocimiento a combatientes que en los inicios de la Revolución lucharon contra los bandidos en Guamá y de pie en la plaza estuvo el profe explicando con batuta firme en un mapa y su palabra certera aquellos incidentes de la historia municipal. La entrevista nunca pude hacerla pero de aquel día guardo entre mis archivos fotografías donde lo vemos presente en dicho homenaje a los combatientes.

En materias historiográficas los profesores más jóvenes siempre lo consultábamos y con voz  rápida nos decía: “Coja el libro compay y venga pa´ca”, y ahí mismo, sentados a la mesa o debajo de una sombra te explicaba lo que quisieras párrafo a párrafo. Algo que también lo identificaba ante mí era que a pesar de sus problemas de salud siempre llegaba puntual a la escuela y a sus turnos. En esas cuestiones compartimos en incontables ocasiones desde Chivirico los coches de dos pesos, en las primeras horas de cada jornada para estar a tiempo en los matutinos y en la primera línea de fuego. Con su partida Guamá pierde a un hijo ilustre, a un sabio, a un amigo. Haberlo conocido fue un verdadero placer y lo despido hacia la inmortalidad diciéndole: ¡Gracias Ibrahim por sus lecciones! 

En otro evento pedagógico

 

 

lunes, 10 de agosto de 2020

Aquí también comemos hayaca…

Mientras se cocina hayaca

El maíz en Guamá no se da muy extensivo. Las condiciones desfavorables en las regiones costeras del municipio no propician las grandes cantidades del alimento como lo son Contramaestre, Palma Soriano y  San Luís, por así mencionar algunos terruños que lo cultivan de manera firme durante todo el año. Aquí en las lomas del Primer Frente Oriental José Martí el grano abunda un tanto más en campos “tierra arriba” donde campesinos aferrados se empeñan en cultivarlo, y en otras ocasiones es exportado de esas municipalidades que nos rodean en tractores y carros alquilados. De esta manera es comúnmente comercializado por los barrios humildes en los que nos dividimos a lo ancho de 157 Kilómetros de longitud. 

Independientemente de la explicación que brindo en el párrafo anterior y consecuencia directa de la adquisición,  lo cierto es que los guamenses también tenemos la suerte de poder disfrutar de este verdadero oro en la deliciosa hayaca, preparada con esmero en nuestras humildes cocinas y fogones, a pesar de lo caliente que son estos meses veraniegos, por las manos expertas de nuestras esposas, madres, hermanas y abuelas.

El caldero que no pude faltar

Es duro los avatares de picar el maíz… darle manigueta al molino cientos de veces para lograr la pasta (labor que realizamos preferente los hombre), y luego condimentarla… el seleccionar las hojas adecuadas para montar el producto deseado… aguantar las altas temperaturas mientras se cocinan… hundir las de arriba para que queden perfectas en el agua hirviendo y poner las de abajo en una palangana; pero vale la pena esperar y echarle una buena salsa de hígado de puerco por encima y sentarse a degustar el exquisito sabor que tiene el maíz sembrado en esta tierra caribeña.

Hayacas acabadas de sacar de la candela

Es un plato que amo desde pequeño. Por él dejo hasta el arroz que está en nuestras mesas durante todos los meses del año y recuerdo mientras muerdo los pedazos, a aquellos colonizadores españoles del siglo XV que buscando pepitas del metal más codiciado del mundo hallaron otro legado mejor que a través de los siglos, nos servimos sus descendientes.          

 
En el plato con hígado de cerdo

lunes, 3 de agosto de 2020

El viejo Fidel...


Fidel y yo unos meses antes de su muerte

La oportunidad de conocerlo sólo se limitó a un escaso año y dos meses antes de su muerte el pasado 3 de julio, luego de que la enfermedad que padeciera por más de 20 años al fin lo venciera: oportunidad que me tocara a fines de mayo de 2019 cuando vine a vivir en el mismo batey que él uniéndome sentimentalmente con una de sus nietas. Bautizado como Clodovaldo Fidel Coello Torres otras tres personas importantes cercanas en mi vida también llevaron su segundo nombre; la primera: el padre de mi abuela materna Euvelina Aguilar Fernández; la segunda: un vecino amigo de la familia y de quien no recuerdo apellido allá en las cercanías de El Cayo, Baire, carretera desde este poblado histórico hacia Los Negros; y la tercera por supuesto, el líder de la Revolución Cubana del que todo niño conocía de sobras en las escuelas desde sus primeros años de educación. Tenía en aquellos momentos ochenta y seis años de edad y pues era definitivamente, aunque suene reiterativo el dato, el cuarto Fidel que llegaba a mi historia en veintiocho años cumplidos de paso por este mundo por aquel entonces. Odiaba las fotografías según pude ver y las que cuentan ahora como prueba de su existencia fueron rarezas al ser tomadas.

El viejo Fidel era amado por sus cuatro hijos, sus parejas y familiares cercanos,  dos nietas y tres bisnietos de una forma excepcional, y no faltan en esta lista losvecinos habitantes de la comunidad que siempre preguntaban por su salud. Su esposa Vidalina estuvo junto a él por más de cincuenta años y ambos se encargaron de sembrar valores en toda la descendencia que lograron tener. Era un viejo que a pesar de sus casi noventa gustaba de las novelas del paquete semanal y de los deportes transmitidos por Tele Rebelde. Su cafecito de las mañanas no podía faltarle como buen cubano de esta Sierra Maestra que era. Se ponía bravo cuando a mediodía Yohan, Yasmín y José Manuel sus tres bisnietos no habían ido a darle el besito de buenos días y peleaba como loco si estos no llegaban. Le gustaba conversar de todo tema y recordaba su niñez, etapa cambiada radicalmente sin su madre que perdió a los ocho años. Sobre ello una vez me dijo que tener a la madre cerca es una bendición que nadie debe desperdiciar y que hay que saber amar. Recuerdo sus ojos nublados ya afectados por el tiempo, mezcla de experiencias y nostalgias y a la vez un poco de pena por lo delicada de su salud, de su voz pausada queriendo decirme miles de cosas y un pecho que se le ahogaba si se exaltaba demasiado. Aprendí a amarlo en pocas semanas pero lo que nunca imaginé fue perderlo tan rápidamente. Creía que estaría junto a él unos cuantos años. A pesar de sus padecimientos era jaranero hasta más no poder y también en sus días lúcidos daba cuero como decimos en buen cubano. 

Fidel junto a su nieta mayor y su esposa Vidalina
Humilde vivía en una casita de madera sin más riquezas que la de sentirse protegido de sus amores. Lleno de besos y abrazos, no de oro ni de plata, sino del cariño y respeto que le hicieron hasta el último respiro saber que los suyos estaban ahí para despedirlo. Para ser feliz el hombre no necesita mucho y eso lo pude percibir en Fidel donde la generosidad nunca vi desaparecer ni en esos instantes  en lo que las fuerzas parecían abandonarle. Se divertía de lo grande cuando yo inexperto tomaba en manos  el hacha del suegro para intentar rajar leña y con mis hachazos no lograba nada, pero yo nunca me enfadaba por ello sino que aprendí a reírme con él y seguir sin descansar el empeño.

A poco más de un mes de su muerte, detalles de la que considero oportuno y sabio no dar en este texto, todos en el corazón sentimos la falta de Fidel. Ya las horas no son las mismas mientras estamos en casa adonde llegábamos por las tardes después de trabajar a saludarlo. Horas en las que casi siempre con mando en mano se paseaba por todos los canales de la señal digital si se hallaba aburrido y si los bisnietos no estaban prendidos de Multivisión viendo dibujos animados mimados por él. A uno se le aprieta el alma en pensar de lo breve que es el paso por esta tierra y pensar que gente como el ya no está, que la eternidad se los ha llevado y los extrañamos profundamente en silencio haciendo perenne el voto de no olvidarlos jamás mientras nos quede prendida una chispa de aliento.

Bayamita, Guamá,Cuba, 2 de agosto de 2020

viernes, 31 de julio de 2020

Apuntes sobre un texto martiano


Rostro de Martí, dibujado en la carátula del tomo citado
Posiblemente escrito por Martí en 1868, [CARTA DE MADRUGADA...] fue un poema dedicado a sus hermanas Antonia y Amelia y que hoy podemos encontrar en "Poesía Completa José Martí Edición Crítica", editadas en 1985, 1993 y 2001 respectivamente, y específicamente en la página 10 del segundo tomo. Es un texto de suma sensibilidad para quien lo lee por primera vez y siente en él un mundo lleno de magia. Extraordinario para un joven de quince años por aquel entonces. Fecunda madurez intelectual de quien sería mente maestra y hoy, a más de un siglo de su muerte sigue deslumbrando su legado. En este blog escribo sobre el maravilloso hallazgo y doy fe de ello. Aquí pues, le dejo el poema:

Me han dicho que hay dos ángeles
estremecidos,
que habitan de pasada
un pobre nido.

Me han dicho que a la puerta
del caserío,
asoman los lobeznos
de los caminos.

Me han dicho que los ángeles,
desfallecidos,
tristes de no ver cielo,
lloran impíos.

¡No se corten las alas
los angelillos,
que cuando el cielo luzca
no podrían ya volar del pobre nido!

miércoles, 22 de julio de 2020

Desde el recuerdo: "I Si me ves diferente"


 "Sacando cosas del Baúl de los Recuerdos", como dijeran mis abuelos, plasmo en ...El Cubo... un poema que escribía hace mucho tiempo salido de mi alma. Espero que digan algo estos versos de un mal poeta, como me considero.

“I Si me ves diferente…”

Si me ves diferente
                                  y a tu juicio quizás un extraterrestre aprendiendo eternamente cosas de humanos, te podría decir entonces que esta onda que llevo me gusta y me anima el corazón.
                                        
                                  No quiero imitar a nadie ni mucho menos rendirle culto; quiero ser átomo único, vuelo  de la vida que aunque nadie note tenga conciencia de sí mismo y de que nadie será semejante a él.

Si me ves diferente
                                  y a tu juicio no comprendes qué soy, te invito a que me aceptes, a que tengas imaginación y que mires mi cuerpo como a un continente desconocido que observas desde tus orillas de isla y ardes en curiosidad de explorar cuanto antes.
                                        
                                  No te preocupes porque tiemblen mis carnes al instante que pongas tus pies sobre mis playas: Ten valor si deseas descubrir quién habita en mis pensamientos.

Si me ves diferente
                                 y a tu juicio decides hacer a un lado mi historia sin ninguna explicación, terminaré estas letras diciéndote que perderás la oportunidad que te da la existencia de convivir conmigo y tal vez descubrir lo inédito de cosas que guardo con recelo para alguien especial si llegases a ocupar con el paso del tiempo ese rango.

2noviembre2013(versión original)
22julio2020(versiónblog)

lunes, 20 de julio de 2020

Historia de Guamá (Parte V)




I LA LUCHA CONTRA LA TIRANÍA BATISTIANA EN EL TERRITORIO DESDE 1952 A 1958.

Al producirse el Golpe de Estado el 10 de Marzo de 1952 encabezado por Fulgencio Batista Zaldívar, el territorio de Guamá tenía la misma situación económica política y social que en los gobiernos anteriores. Continuaba con sus propiedades de casi nueve mil caballerías de tierras la compañía norteamericana  Cuban Develonmet Company que abarcaba desde Caimanes en Santiago de Cuba, hasta las Cuevas del Turquino, así también la Beatle Sugar Company, que abarcaba desde Ocujal del Turquino hasta Pilón de Manzanillo. Los Babún habían desplazado a las Bahamas y Sobrinos Abascal y se mantenía como única compañía maderera. El resto de los terratenientes, se mantenían como tal. Los asesinatos, atropellos y desalojos se agudizaban, al igual que el desempleo, el hambre, la miseria, las enfermedades y la muerte. Al darse el Golpe de Estado el Partido Socialista Popular continuaba siendo fuerte en el territorio. Había logrado incorporar gran cantidad de obreros y campesinos a sus filas las cuales apoyarían con posterioridad al Ejército Rebelde. Cuando se da el Asalto al Cuartel Moncada el 26 de Julio de 1953 la noticia se conoció a través de los pasajeros que venían en las goletas que se encontraban en Santiago de Cuba y por los pocos radiorreceptores que existían en esta zona. Cabe destacar que la noticia que llegó lo hizo de forma distorsionada. Posterior al Asalto al Cuartel Moncada en la zona estuvieron presentes dos de sus asaltantes, los cuales permanecieron en la zona de Caletón Blanco por más de 10 meses. Ellos fueron Orlando Galán Betancourt y Ricardo Santana Martínez. Al darse el desembarco del Granma, el Partido Socialista Popular  dio las orientaciones de apoyar y colaborar con las expediciones en todo lo que se pudiera. Esto se va a materializar a partir del Combate de La Plata el 17 de Enero de 1957, donde muchos brindaron sus casas y su ayuda. Muchos de sus miembros después conformaron parte como combatientes del Ejército Rebelde como fue el caso de los Labaut, Duconger, Naranjo y muchos más. Muchos cayeron en combate como Marcos Borrero y otros fueron asesinados como Salvador Días Mendoza. Las células del 26 de Julio se organizaron en el municipio después de la llegada del Granma y del Combate de la Plata. Una de ellas dirigida por Emiliano Peña en la zona de La Plata. Otra en Peladero cerca de Uvero, bajo la dirección de David Gómez.

II REBELDES EN GUAMÁ

El 15 de Enero de 1957 transcurridos 44 días del desembarco del Granma, la tropa rebelde que al mando de Fidel Castro salió de Purial de Vicana, había realizado difíciles marchas por los firmes de la Sierra Maestra. La tropa estaba integrada por 29 combatientes, de ellos 18 expedicionarios, 8 campesinos y 3 combatientes enviados por el movimiento de Manzanillo y algunos prácticos. Era necesario desmentir las falsas noticias de que todos los expedicionarios habían muerto o abandonado la lucha, incluyendo al propio Fidel, por lo que este busca la forma de desmentir a las mismas y demostrar a Cuba y al mundo de que aún existía un grupo de revolucionarios capaces  de continuar la lucha y cumplir con los objetivos propuestos en México. Fidel se propone como objetivo el Cuartel de La Plata, lugar ubicado entre La Magdalena y Palma Mocha en un pequeño valle donde desemboca el río del mismo nombre. Existía un pequeño caserío habitado por campesinos y el mayoral de la finca La Plata. La pequeña tropa contaba con 24 armas. El día 16 detuvieron a algunos lugareños que le informaron acerca de lo que tenía el cuartel y más tarde bien entrada la noche capturaron al chivato Chicho Osorio, el cual dio los detalles exactos. En el cuartel habían 10 hombres y el sargento tenía un M-1 y una ametralladora Tompson. el resto del armamento estaba compuesto por fusiles Sprinfield. A las 2:30 de la madrugada, se inició el combate. Durante el desarrollo del mismo fue ajusticiado Chicho Osorio y los guardias contestaban el fuego desde el cuartel y desde la casa del mayoral. Al cabo de aproximadamente media hora el cuartel se rindió y de los diez soldados que habían en el mismo, dos estaban muertos y cinco heridos. El Che prestó atención médica a los heridos. Fidel ordenó se le dejaran medicamentos y los dejó en libertad. La acción de La Plata significó además de la victoria para la guerrilla, la proclamación de su existencia como una fuerza combatiente capaz de iniciar acciones ofensivas contra las fuerzas enemigas.

Para la dictadura de Batista la derrota en La Plata significó la obligación de reconocer la existencia del grupo guerrillero que echaría por tierra las campañas de desinformación que afirmaban que Fidel Castro y sus hombres estaban muertos o aislados y desalentados. Como  medida inmediata se  envió a una compañía de tropas selecta en persecución de los rebeldes desde el sur, mientras que por el norte se comenzó a tender un amplio cerco. El Arroyo del Infierno es un pequeño riachuelo de escaso recorrido que desemboca en el río Palma Mocha y subiendo por las laderas de las lomas que lo bordean se llega a un abra circular en el monte. Allí se levantaban dos pequeños bohíos donde la pequeña columna guerrillera llegó el día 17 de Enero de 1957 por la tarde y armó un campamento. En la madrugada del día 22 se oyeron algunos disparos aislados por la zona del río Palma Mocha y esto los incitó a mantener todavía en mejores condiciones sus líneas, cuidarse más y a esperar la inminente presencia de la tropa enemiga. Era medio día cuando aparecieron los primeros soldados y Fidel con un disparo que fulminó a uno de los soldados inició el combate el cual se generalizó. El combate fue de una heroicidad extraordinaria y pronto cada combatiente estaba por su lado luego de haber cumplido por sus partes los objetivos propuestos. Se le contaron 4 muertos del enemigo. Meses  después se enteraron al detener un chivato que fueron cinco. El Ejército Rebelde no tuvo baja alguna. No fue una victoria completa, pero tampoco pírrica. Se habían medido de nuevo las fuerzas con el ejército en nuevas situaciones y esto mejora mucho el ánimo de los rebeldes. Dicha acción permitió que siguieran durante todo el día trepando hacia los montes más inaccesibles para escapar a la persecución de grupos mayores del ejército enemigo. El teniente que comandaba la tropa que perseguía a los rebeldes se llamaba Sánchez Mosqueda y su nombre se hizo famoso en la Sierra Maestra por sus depredaciones de todo tipo. Después del combate victorioso contra las fuerzas de Sánchez Mosqueda los rebeldes habían caminado por las riberas del río La Plata y después, cruzando el río Magdalena, habían vuelto a la zona ya convenida por ellos en Caracas. Alrededor del 14 de Enero habían sido apresados 11 campesinos y 6 de ellos fueron llevados a bordo del guardacostas # 3 y el 23 de febrero arrojados al mar a varias millas de la costa por el teniente Julio Lament con excepción de Agripino Cordero que logró mantenerse a flote durante 14 horas y nadar hasta alcanzar la orilla. En los meses anteriores al combate del Uvero la situación nacional estaba marcada por el auge de la lucha revolucionaria y por el incremento despiadado de la represión. La acción heroica del 13 de Marzo infundió terror al tirano y a partir de ese momento los cuerpos represivos redoblaron su feroz repercusión de los elementos revolucionarios. En un intento por aparentar normalidad, el régimen estableció las garantías constitucionales el 15 de Abril aunque seguía manteniendo un control sobre la información relacionada con las operaciones militares. El pueblo que se había enterado de la espantosa represión impuesta por la dictadura siguió atentamente el juicio que se celebró en Santiago con motivos de los sucesos del 30 de Noviembre y Desembarco del Granma. Paralelamente la campaña en el terreno político, en el orden militar y los mandos de la dictadura tomaron una serie de medidas de reforzamiento para liquidar el foco guerrillero de la Sierra. después de las acciones de la Plata y Llanos del Infierno, el Ejército de Batista despidió grandes contingentes de tropas  a la Sierra Maestra, reforzando los cuarteles de La Plata, El Macho, Ocujal, Uvero y Chivirico.

Geográficamente Uvero es uno de llanos costeros abiertos entre los espolones montañosos de las vertientes sur de la Sierra Maestra por la erosión y la acumulación aluvial de los ríos que descienden de la cordillera. En éste pequeño llanito frente al estribo terminal por el oeste fue el escenario del combate del Uvero. Uvero se caracterizaba por una ancha franja de uvas caletas a lo largo de la costa, de ahí se origina su nombre. En el año 1944 la familia Babún comenzó a fomentar lo que devino 10 años después en la empresa más importante del país en lo que respecta a la comercialización de la madera, adquiriendo algunas porciones de tierra en Uvero, con vista a establecer su principal punto de embarque de madera cosa que dio origen al batey llegando a construir 18 casas para los trabajadores que laboreaban en dicho lugar y fuera del marco del batey abrió caminos a las montañas que iban desde Uvero al Zapato, Peladero, Loma del Indio, la Siberia y otros. El Indio es el lugar donde establecieron campamento los rebeldes días antes del combate del Uvero. A fin de capturar nuevas armas y además estremecer al régimen tiránico, Fidel determinó el ataque de la guerrilla al Cuartel del Uvero. Esta acción obligaría a Batista a reconocer públicamente la presencia de los rebeldes en la Sierra Maestra y demostrar su capacidad de atacar una instalación bien defendida por las tropas escogidas. Al amanecer del 27 de Mayo de 1957, Fidel ordenó a la columna guerrillera dirigirse hacia la costa para atacar al Cuartel del Uvero. En esta instalación construida de madera machambrada y tejas de zinc estaban atrincherados 59 hombres seleccionados del escuadrón 11 Regimiento 1 de Santiago de Cuba y de diversas unidades de artillería e infanterías de Camagüey, Santa Clara y La Habana. Poco después de las 3 de la madrugada, la avanzada rebelde alcanzó finalmente el punto desde el camino que bajando la loma se une con el camino de la costa aproximadamente a 1Km y medio de Uvero. Fidel quitó el seguro de su fusil, se acomodó firmemente, apoyó la culata del arma en el hombro y comenzó a tomar puntería. A su alrededor los combatientes que estaban cerca esperaban tensos con sus armas preparadas. Lentamente Fidel oprimió el disparador de su fusil. Eran exactamente la 5:15 am. Los guardias del cuartel se rindieron poco más de las 8.00 am. La acción había durado casi exactamente 3 horas. El botín de guerra capturado al enemigo en Uvero fue de: 45 fusiles en total, 24 Garand, 20 Springfielg y un fusil ametralladora browing, cerca de 6000 tiros 30.06 y diversos equipos, uniformes, botas, mochilas, cananas, armas cortas y cuchillos. Los muertos en combate del ejercito rebelde fueron: Julio Díaz González, Emiliano "Nano Díaz), Gustavo Adolfo Moll, Francisco Soto Hernández, Ancelmo Vega, Eligio Mendoza y Rigoberto Silleros. Los heridos: Juan Almeida Bosque, Félix Pena, Miguel Manals, Mario Maceo, Manuel Acuña, Mario Leal y Enrique Escalona. Por parte del ejercito batistiano los muertos fueron: el Sargento Nestor Domínguez, Los cabos Edinardo Fundora y Angel Loreuz Sana y los soldados Rigoberto Montoya, Oscar Rodríguez, Aurelio Hernández, José Guedas, Lorenzo Díaz, Francisco Hernández, Rodolfo Gutiérrez y Flavio Durán, además 19 guardias heridos, algunos graves, éstos fueron llevados al puesto sanitario del cuartel y atendidos por el Che. Se hicieron 14 prisioneros. El Combate del Uvero fue un hito  fundamental en la historia de la guerra revolucionaria contra la dictadura de Batista. Para la tiranía significó un duro golpe al que trató de responder inútilmente, tanto en el terreno militar como el de la propaganda. Para el Ejército Rebelde representó su consolidación material y moral y la reafirmación plena de la supremacía de la línea estratégica mantenida desde la Sierra Maestra en la lucha revolucionaria. En el orden material Uvero trajo como resultado el acrecentamiento apreciable de los recursos en armas de la guerrilla. Fue en este combate donde los combatientes rebeldes aplicaron por primera vez de manera cabal la experiencia de surtir en armamento a la guerrilla de los recursos arrebatados en el campo de batalla al enemigo. Con relación a esto Fidel planteó el 28 de Mayo de 1965: "Cuando aprendimos a quitarle las armas al enemigo; habíamos aprendido hacer la revolución; habíamos aprendido hacer la guerra; habíamos aprendidos a ser invencibles; habíamos aprendido a vencer" En el orden moral, la importancia del combate del Uvero, fue que precisamente aquí donde los participantes adquirieron la convicción plena de que la guerra podía ser ganada, de que la guerrilla era una fuerza invencible inclusive en circunstancias adversas.

“A partir de éste combate” escribe el Che,  “nuestra moral se acrecentó enormemente, nuestra decisión y nuestras esperanzas de triunfo aumentaron también simultáneamente por la victoria y aunque los meses siguientes fueron de dura prueba, ya estábamos en posición del secreto de la victoria sobre el enemigo. Fue la victoria que marcó la mayoría de edad de nuestra guerrilla.” A la semana siguiente se envió a la Sierra Maestra el 1er batallón del regimiento número 1 de infantería integrado por 800 hombres entrenados por asesores norteamericanos en la lucha antiguerrillera y equipados con armas modernas por Estados Unidos. A mediados de julio  se produjo un acontecimiento de gran importancia: la creación de la Columna 4 en Llanos del Infierno a la que pertenecían Ramiro Valdés, Ciro Redondo, Lalo Sardiñas y otros. Esta columna fue puesta bajo el mando de Ernesto Che Guevara, que había sido ascendido a Comandante el 21 de ese mismo mes. Fidel instauró la Comandancia General en La Plata bajo la dirección de la columna No.1 dirigida por el propio Fidel en el territorio del municipio Guamá. Se crearon un total de 28 campamentos rebeldes los cuales operaban a lo largo y ancho del mismo. Batista ordenó la reconcentración de los campesinos de la Sierra Maestra en zonas seguras (Uvero, Chivirico, Bueycito y Santiago de Cuba), seguida de la declaración de la Sierra Maestra como zona de muerte. Muchas familias perdieron a sus hijos, sus animales, sembrados y hasta sus casas fueron destruidas por las metrallas de los aviones, por las llamas de napalm, en bombardeos indiscriminados a la Sierra Maestra y por la quema y saqueo directo del ejército de Batista.

Uno de los hechos más horrendos después del Combate de Uvero fue cometido en este territorio de Guamá el 31 de Julio al 6 de Agosto de 1957. A 15 Km de Uvero, un capitán del ejército de la dictadura al mando de 250 hombres bien armados llevó a cabo el más repugnante acto de barbarie cometido contra los campesinos de este municipio, conocido como “La Masacre de Peladero”. Durante estos días fueron asesinados de las formas más horrendas 14 campesinos. Este hecho fue informado por la tiranía mediante un parte oficial publicado por la prensa de la época el 3 de Agosto de 1957, como el resultado de los choques del ejercito con los rebeldes en la finca de Peladero, en la cual se reportaban 10 insurrectos muertos que no eran más que 10 campesinos apresados y que ese días aún estaban vivos. El día 6 de Agosto asesinaron no sólo a los 10 anunciados por parte del oficial, sino a un total de 14 cuyos cadáveres fueron regados por distintos lugares de El Majá. Algunos estaban quemados y otros devorados por los puercos y los perros. Los campesinos asesinados  fueron:  Miguel Burgos, Roberto Rosabal, Marzo Pérez, Santo Díaz, Alfredo Valverde Vázquez, Valentín Peña (Chico el tuerto), Francisco Salazar (Panchito), Jesús Oliva (Mimiño), Papi Oliva, Sergio Oliva, Alberto Arias (Tronco), Félix Arias, Tano Carrión (Galletano), Quino Oliva.

Palma Mocha es un caserío campesino que queda a 6 Km de Ocujal del Turquino y unos 3 de la Plata y a unos 600 metros del mar, ubicado a orillas del río que llevaba el mismo nombre. En éste lugar se produjo el 20 de Agosto de 1957 el combate de Palma  Mocha. Las tropas rebeldes estuvieron dirigidas por el comandante Fidel Castro Ruz y contaba con alrededor de 50 hombres. Se combatió con unos 100 soldados pertenecientes a la compañía 2 del Batallón # 1 del regimiento de artillería al mando del capitán Juan Moreno Bravo que había dirigido la tropa enemiga que chocó con los expedicionarios del Granma en Alegría de Pío. El combate comenzó alrededor de las 2.00 a.m. del día 20 de agosto. El objetivo que se perseguía era dar un golpe que los despojara de la iniciativa en el llamado Plan Alzado que  pretendía liquidarlas fuerzas rebeldes, causarles el mayor número de bajas posibles y capturar  nuevas armas y parques. El combate fue uno de los más intensos del primer año de lucha en la Sierra Maestra. Ya es pleno día cuando Fidel ordena retirada. El Ejercito Rebelde tuvo 12 bajas, 7 heridos y 5 muertos, los caídos fueron: Rigoberto Oliva, Eduardo (Yayo) Castillo, Juventino Alarcón y Juan José Frómeta. Se capturaron algunas armas y parque. El enemigo tuvo 8 bajas: un oficial muerto y siete soldados heridos. Desde el punto de vista estratégico sus resultados fueron mucho más significativos, pues se arrebató la iniciativa al enemigo. La CIA atacada fue retirada de la zona, quedando frustrado el plan general ofensivo.

La Mula se encuentra ubicada entre el río La Bruja por el Este y por el Oeste con Ocujal del Turquino, por el Norte forma parte de la Sierra Maestra y por el Sur con el Mar Caribe. A una distancia aproximadamente de Chivirico de 41 Kms y a unos 19 Kms de Uvero. Este lugar está bañado por la desembocadura del río del mismo nombre que es realmente el río Turquino. Posterior al Combate del Uvero, Fidel decide dejar a un grupo de 14 combatientes encargados de cuidar la zona de La Mula. El objetivo que perseguía Fidel con este foco era el de proliferar el movimiento revolucionario en esta zona, apoyar el movimiento 26 de julio en la misma y nutrirlo de las milicias campesinas que fueron saqueados y maltratados por la guardia de la tiranía. Este grupo operaba en los lugares conocidos como Agua Revé, La Gloria, El Zorzal, Pata de la Mesa, El hombrito, Dos brazos del Turquino y Rico Verde. Hacia la parte Este buscando Uvero, operaban en La Uvita Vieja, Las Coloradas, Charles, La Bruja, El Naranjal, Las Piñas, La Conchita, La Punta, etc. A este grupo se le comunicó que los guardias de Batista se estaban dedicando a maltratar, robar y saquear a los campesinos y que al frente de estos soldados de la dictadura estaba el Teniente Sosa. El 12 de septiembre de 1957, a la 1.00pm aproximadamente se le realizó rápidamente una emboscada al teniente Sosa y a su compañía que se dirigían a la casa del campesino Eusebio Suárez. Esta emboscada estuvo dirigida por Roberto Fajardo y participaron los rebeldes Jesús Mendoza, Antonio Oliva, Betico Berneau, Edelfin Mendoza, Manuel Piñeiro, Tete Puebla, Esperanza Millán y Bitaliano Ramos González.  La acción logra el objetivo propuesto que era ajusticiar al teniente y hacer que el ejército de Batista abandonara la zona. Con respecto a esta acción el Che le escribe a Fidel un mensaje que dice así: “Los muchachos que dejaste en la zona han llevado a cabo algún hecho importante porque la fragata está cañoneando intensamente la zona.”

El Sonador es un pequeño barrio campesino que queda a unos 6 km de Chivirico y a unos 4 del mar. El día 16 de septiembre de 1957 Fidel bajó a este barrio y conjuntamente con él, Raúl, Almeida, Universo Sánchez, Celia Sánchez, Felix Pena, Vilo Acuña, y se encontraban además Israel Pardo y Miguel Pardo. El objetivo era desviar la atención del ejército hacia este lugar para permitir una acción exitosa al Che. El combate de Pino del Agua por otro lado desmentía la campaña que venía realizando Rolando Masferrer contra Fidel y Ejército Rebelde con el fin de postularse como “Consejal de la República”. Este señor había creado un grupo paramilitar conocido como “Los Tigres de Masferrer” que eran más asesinos sin escrúpulos que el ejército de Batista. En la madrugada del 17 de septiembre Fidel se reunió con los campesinos de la zona en un bar que existía en este lugar llamado “El Zapatazo”, propiedad de los hermanos Francisco Jiménez (Paquito) y Guillermo Deliz. Ese día se le unieron a Fidel algunos campesinos de la zona como fueron: Leocadio Ferrer y sus hijos Harold, Araldo y Arnaldo y Alarcón. Al retirarse Fidel le pidió a Paquito que le llevara una carta al cuartel de Chivirico dirigida a los soldados, que según el propio Paquito decía así más o menos: “Soldados cubanos, hijos y nietos de mambises, que dieron su vida por la libertad de Cuba, no permita por ningún concepto que se manche tu honor con la instrucción de un ejercito compuesto por criminales, ladrones; sacados de las cárceles para asesinar a tus hermanos (…).

Mar Verde esta ubicado en la profundidad de la Sierra Maestra, bordeando el río Turquino a una distancia de 22 Km de la costa sur o sea del mar. En este lugar el 29 de noviembre de 1957 se llevo a cabo el combate que se conoce con el nombre de Combate de Mar verde, dirigido por Fidel. Este combate fue contra las fuerzas de Sánchez Mosqueda. Camilo había luchado con ellos el día anterior por la zona de Altos de Conrado y producto a refuerzo que le llegó a Sánchez Mosqueda por el Sur, el Che tuvo que retirarse. Una vez más se salvaba el esbirro. El Ejército de Batista había sufrido algunas bajas y por parte de los Rebeldes estaban heridos Roberto Fajardo, Javier Pozo, Joel Iglesias y había muerto el Capitán Ciro Redondo. Después de 15 meses de campaña en la Sierra Maestra, las zonas de operaciones del Ejército Rebelde se amplió a raíz del segundo combate de Pino del agua con las armas capturadas en los últimos combates y es que se concreta la idea de generalizar la guerra en toda la provincia, con la creación de dos nuevas columnas, la # 3 “Santiago de Cuba” y la # 6 “Frank País” y para cuya dirección fueron designados y ascendidos a comandantes, los capitanes Raúl Castro Ruz y Juan Almeida Bosque, ambos atacantes al Cuartel Moncada y expedicionarios del Gramma.

El 7 de junio de 1958  el comandante José Quevedo Pérez del Ejército de Batista fue citado por el general Cantillo con el objetivo de informarle de la operación  FF o Fin de Fidel. Le indicó que desembarcaría por la desembocadura de Palma Mocha y que el objetivo era forzar a los Rebeldes a que se retiraran hacia el oeste de la provincia para darle la batalla final al grupo que comandaba el Doctor Fidel Castro Ruz y obligarlo a que abandonara el país. Se suponía que esta columna rebelde era la mejor armada y que una vez derrotada sería fácil dominar el resto de las otras  columnas en los distintos lugares donde la misma se hallaban. El día 10 de junio se produjo el desembarco del Ejército Batistiano por el arroyo de las cuevas. El día 16 de junio los guardias reciben una orden donde se les plantea dos misiones fundamentales: la primera llegar hasta el Jigüe y permanecer allí hasta nueva orden, y la segunda rescatar a los prisioneros  que se hallaban en poder del líder Rebelde Doctor  Fidel Castro Ruz. El lugar donde se suponía  ubicada la cárcel  insurreccional era en una zona cerca de El Naranjal, conocida por Los Bajos de  Jiménez. El día 16 de junio en un lugar conocido como el Alto de la Caridad, el Ejército de Batista cae en la emboscada preparada por la guerrilla al mando de Ramón Paz donde se les despeñan los mulos que llevaba la comida. Al amanecer el 11 de julio a esto de las 5.30 o 5.40 da inicio una de las batallas de más envergadura y decisiva dentro de la Ofensiva Rebelde, pues duró desde ese mismo día 11 de julio hasta el 21 de ese mismo mes, o sea, durante 10 días. Ese mismo día por la noche Fidel hace un comunicado al comandante Quevedo en el cual le pide rendición de las fuerzas que están bajo su mando, explicándole detalladamente las razones mientras que continúa el combate de los refuerzos a lo largo del camino a través del río La Plata. Los soldados estaban desfallecidos sobre las trincheras y se desmayaban. Las resistencias físicas  de los mismos tocaban su final. Los Rebeldes habían decretado una tregua la cuál  fue aprovechada por la jefatura del ejército enemigo que recorrió las trincheras y las posiciones de sus hombres y se dieron cuenta que la situación era irresistible, que el único camino que les quedaba era el de la rendición. El campamento enemigo fue visitado por algunos rebeldes. Dentro de ellos están Braulio Coroneaux que había sido militar y después se alzó en la sierra. También Guillermo García penetró y confraternizó con los soldados. Los rebeldes obsequiaron cigarrillos, pedazos de quesos, agua y otros comestibles a los soldados que con ellos hablaban. El día 20 por la tarde se reúne Fidel y el comandante Quevedo para realizar una entrevista y decidir la rendición. Las dos partes pactaron sobre las siguientes bases:

1.      Se suspendería el fuego y todo personal enemigo sería atendido por el médico del batallón   y por los médicos rebeldes.
2.      Todos los prisioneros serían entregados a la Cruz Roja Internacional incluyendo a los que estaban en Puerto Malanga.
3.      No destruir armas algunas de modo que fueran entregadas en las mejores condiciones posibles.
4.      El único prisionero de guerra sería el Jefe del Batallón.

Estas condiciones fueron aceptadas por la parte derrotadas y en las primeras horas de la madrugada del día 21 de julio se procedió a cumplir con la rendición del batallón # 18. Así culminaba una de las batallas más duradera y más sangrienta de las que se conocen en la historia de la Revolución Cubana en su proceso de liberación. El saldo se la batalla fue: por el Ejército Rebelde el capitán Andrés Cuevas y tres rebeldes más muertos y cuatro gravemente heridos. Por el Ejército de Batista 41 muertos entre soldados y oficiales, cerca de 30 heridos, 241 prisioneros y 249 armas ocupadas .Luego del fracaso de la ofensiva ante la heroica resistencia de las tropas rebeldes la columna #3 de Santiago de Cuba comandada por Almeida, regresó nuevamente, el 12 de agosto de 1958, al territorio del III Frente Oriental. Con ello se inició una etapa decisiva y de extraordinaria importancia para el desenlace final de la guerra en esta zona del país. En esa oportunidad después de estos varios días en el campamento de “La Anita”, el comandante Almeida establece definitivamente su Comandancia General en La Lata, desde donde organiza y dirige las operaciones que se desarrollan en todo el extenso territorio del III Frente. Por otro lado la Columna No.1 bajo el mando de Fidel llevó a cabo diferentes acciones que fueron debilitando la ofensiva general contra la Sierra Maestra que llevaba a cabo el ejército de la dictadura sufriendo más de 1000 bajas, se hicieron 400 prisioneros y se le capturaron más de 507 armas. De la Columna No.1 se desprendieron las Columnas “Antonio Maceo y Ciro Redondo”, comandadas por Camilo Cienfuegos y Ernesto Che Guevara las cuales tendrían la histórica misión de llevar la invasión hacia el occidente del país pudiendo llegar hasta la provincia de Las Villas y terminando exitosamente con la toma de Yawajay y Santa Clara, batallas que ponen el punto final a la Dictadura Batistiana. la cual cae el 1ro de Enero de 1959. Conjuntamente con estas acciones el I y III frente en acciones bien equlibradas logran cercar la ciudad de Santiago de Cuba tomándola el día 1ro de Enero de 1959. De esta forma triunfa la Revolución, después de tres años de dura lucha en la Sierra Maestra, el llano y en todo el Territorio Nacional.

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