Esta es una flor que amaneció en
el pequeño jardín de Vidalina Prado. Solo duró unas horas desde que abrió hasta
que se marchitó. Recuerdo que vino hasta casa para decirnos y acto seguido fuimos
con celular en mano para quedarnos con el recuerdo.
Ignoramos el nombre pero no la
belleza de tal maravilla efímera nacida en tierra guamense. Así es la
naturaleza en estos lares: llena de magia donde quieras que te encuentres y
tengas el poder de verla.
¡Gracias a la vida por dárnos la
oportunidad de haberla visto y disfrutar de ella!
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