domingo, 23 de diciembre de 2018

Historia de Guamá (Parte I)



Cuba Oriental, en amarillo Santiago de Cuba; Guamá, en rojo
Esta Historia de Guamá es producto de las ivestigaciones que en el pasado han hecho diferentes investigadores interesados en el tema. Dejo claro por si las dudas que, no es trabajo del editor del este blog a quién unicamente le interesa publicar en el espacio cosas relacionadas con el municipio Guamá.

I INTRODUCCIÓN:

El municipio Guamá pertenece a la provincia de Santiago de Cuba, con una superficie de 964,6 kilómetros cuadrados y una extensión de 157 kilómetros de largo, siendo uno de los más extensos del país. Limita al norte con las demarcaciones de Palma Soriano y III Frente de la propia provincia santiaguera, con Guisa, Buey Arriba y Bartolomé Masó pertenecientes a Granma, por el Oeste con el municipio Pilón también de Granma, por el Este con el municipio Santiago de Cuba y por el Sur con el Mar Caribe. El nombre de Guamá es de origen Arauco. Este nombre se va a conocer a partir que se funda El Cobre en el siglo XVII como término municipal. Dicho término va a tener 14 barrios y dentro de ellos se encuentra el de Guamá, que, según Don Emilio Barcardí Moreau, se debe a la existencia de una gran cantidad de árboles de madera muy recia y preciosa que abunda en la ribera del río del mismo nombre llamado Guamá Candelón.
  
Este territorio tiene un relieve montañoso en  el cual sobresale el Pico Real del Turquino con una altura de 1974 metros sobre el nivel del mar que a la vez es la elevación máxima de la isla de Cuba. A su alrededor se sitúan otras elevaciones como las son el Pico Cuba, Pico Suecia, Pico Bayamesa, Pico Martí y Pico Maceo con menos metros. Se distingue por su importancia las elevaciones de Joaquín y Regina. La red hidrográfica del territorio está conformada de Este a Oeste por las cuencas de los ríos permanentes, Nima Nima, Boca de Dos Ríos, Cojímar, Río Seco, Sevilla, Guamá, Río Grande, Bayamita, Uvero, Peladero, Turquino, Palma Mocha, La Plata, La Magdalena y El Macío, todas con áreas mayor de 15 kilómetro cuadrados y los arroyos con arias menores de esta magnitud, Cañizo, Julia, Cabagán, Quiviján, Los Lirios, La Calabaza, Papayo, Las Bijas, Avispero, La Uvita, La Bruja, Ocujal, Potrerillo, Cabrera, Las Cuevas y El Macho.
  
Tanto la flora como la fauna del territorio, constituyen ambos elementos valiosos y de notable particularidad. Podemos afirmar que su vida vegetal constituye un conjunto tan tipificable y delimitable como su relieve. Se puede considerar que aún se conserva en la vegetación una extensa área en estado seminatural y en ciertas áreas hasta natural. La rica y valiosa flora del municipio Guamá, puede ser ubicada dentro de la regionalización florística de Cuba, se caracteriza por un alto endemismo, destacándose dentro de ellas La Sabina, cuya madera de atractivo color rosado, posee agradable perfume, arbusto frutal, piña del farallón, cactus, robles, arbustos de hermosas flores y otros arbustos. En cuanto a la fauna del municipio, se han recogido 641 especies, dentro de ellas 483 invertebrados. Aparece un total de 39 especies de la clase reptiles que representan zonas bien determinadas, destacándose la iguana o perrito de costa, la bayoya, etc. Algunas especies son objeto de persecución continua sobre la base de criterios e infundíos como el caso del Majá de Santamaría. La iguana es cazada para ingerir su carne. En la clase ave se agrupa el mayor número de vertebrados con un total de 66 especies, existen 59 que son endémicas de Cuba y 7 migratorias Las mariposas cuentan con 19 especies. La disminución de las áreas boscosas, ha provocado la disminución de determinadas especies como la Jutía, el venado, el puerco cimarrón, etc. El régimen de lluvia, por la amplia extensión del territorio y su variado relieve, permiten variaciones en las lluvias que van desde 1350 – 2020 mm.
  
La humedad media anual relativa en las zonas llanas es de 73% al 79%, con la altura aumenta la humedad relativa, que alcanza el 90%. En el municipio Guamá existen grandes riquezas del subsuelo que no han sido explotadas, existiendo grandes yacimientos minerales, hierro, manganeso, cobre y otros, ejemplo de ello tenemos la extracción de manganeso por compañías norteamericanas a inicio del siglo XX hasta los años 30 del mismo siglo. Tiene una orientación productiva fundamental de tipo forestal, cafetalera, ganadera, mientras que sus cultivos menores de encuentran intercaladas de formas muy dispersas.
  
Al triunfar la Revolución en enero de 1959, este territorio tenía un abandono total en lo que a salud y educación, fundamentalmente se refiere a partir de 1960 que se aprueba la Ley 723, se estableció el servicio médico social – rural, en estos momentos comienza a darse un proceso de transformación radical de la población guamense, en lo político, económico y social.


II COMUNIDADES ABORIGENES Y POBLAMIENTO DE ESTAS:


El municipio ha sido uno de los más explorados desde el punto de vista arqueológico en la provincia Santiago de Cuba; por esta razón se han detectado una gran cantidad de residuarios aborígenes en su zona costera. En 1939 el profesor Fernando Boytel  y otros integrantes del grupo Humboldt visitaron el complejo cársico de El Vigía ubicado en el extremo oriental del municipio, colindante con el de Santiago de Cuba. En una de sus grutas Boytel descubrió un entierro acompañado por ofrendas, correspondientes a la cultura agroalfarera pero no es hasta la década de los años 50 que en el municipio Guamá comienza a ser estudiado arqueológicamente con verdadero empeño y de forma sistemática. El Doctor Felipe Martínez Arango al frente de la sección arqueológica aborigen de la Universidad de Oriente y producto a un acertado plan de  exploraciones a partir de las cuevas de El Vigía detectó 15 yacimientos arqueológicos aborígenes en su vasta zona costera habitablemente. Estos importantes trabajos se paralizaron en la década del 70 alcanzando hacia el oeste de la desembocadura del río Guamá, enclavada a muy poca distancia, al poniente del poblado de Chivirico.

Otra que a  pesar de su efímera existencia y que desplegara una amplia y planificada labor investigativa en Guamá, fue la Sección de Arqueología de la Unidad de Protección del Medio Ambiente del Parque Baconao. A sus gestiones indagatorias se debe el descubrimiento y excavación de importantes sitios arqueológicos en su litoral caribeño. En menor medida el grupo “Fernando Boytel de la Casa del Caribe, desarrolló exploraciones en Guamá cosechando algunos resultados positivos. El grupo de arqueólogos de la Delegación Provincial de la Academia de Ciencias de Santiago de Cuba, sus integrantes han logrado llevar a cabo el pesquisaje arqueológico riguroso hasta la zona de Río Grande. No obstante sus búsquedas se han extendido, si bien de forma intermitente. Queda aún un vasto espacio geográfico por examinar en el municipio: el tramo costero que va desde Río Grandes hasta Río Macío (límite occidental del municipio Guamá, colindante con la provincia Granma.
  
Las extensas montañas y los planos hidrográficos  e intra montañosos no han sido revisados, por lo que se ignora totalmente su potencial en antiguos asentamientos aborígenes. Este es apretado resumen del poblamiento precolombino de Guamá, tomando como base la información científica se ha logrado reunir sobre el mismo hasta el presente. Para su mejor comprensión, el trabajo estará en le próximo título nombrado Manifestaciones Arqueológicas en dos partes. La primera contempla los residuarios y demás manifestaciones arqueológicas de la etapa de Economía de aprobación. La segunda abarca los de la etapa de Economía productora, incluyendo el período de contacto y transculturación indo hispánico. Las investigaciones arqueológicas realizadas en el municipio han permitido comprobar la antigua presencia de aborígenes preagroalfarero, identificados con la denominada variante cultural guanahacabibes tradicionalmente conocidos como “Siboneyes” del aspecto Guayabo Blanco, sus huellas se rastrean con mayor o menor intensidad, a lo largo de la angosta franja litoral, atrófoda entre las agrestes estribaciones de la Sierra Maestra (al norte) y las espumosas aguas del caribe (al sur). Piezas como un gladiolito fracturado en la cima de un montículo-residuario del sitio agroalfarero de Buey Cabón y una esferolítia en la parte superior del estrato antropogénico del yacimiento del Paraíso han sido encontradas. Estas piezas intrusivas en contexto de la cultura agroalfarera, quizás fueron recogidas en superficies por estos pobladores y llevados como “curiosidad” a sus aldeas  o tal vez su presencia allí obedezca a proceso de contacto culturales, o de transculturación entre grupos cayos redondo tardío y agroalfarero muy temprano, que coincidieron en el escenario suroriental. Las manifestaciones arqueológicas de los antiguos moradores Guayabo Blanco en el amplio territorio costero de Guamá, se pueden clasificar en dos tipos diferentes:


III MANIFESTACIONES ARQUEALÓGICAS:

a) Residuarios de habitación de corta duración.

Son lugares en que estas agrupaciones de recolectores pescadores marinos hicieron acampadas de corta duración, a manera de campamentos de transito. En el municipio han sido localizados dos sitios con estas características; uno en el cementerio actual del lugar conocido por El Cuero y el otro emplazado bajo un alero rocoso del Complejo Cársico de El Vigía en el extremo oriental del Municipio, limítrofe con el de Santiago de Cuba. En la superficie del área de enterramiento el Dr. Felipe Martínez Arango, recuperó en la década de los años 50, escasos fragmentos de alfarería, cuya tecno-estilística es la propia de las culturas agroalfareras (subtainas) que se establecieron en la región suroriental de Cuba. Los vestigios de la pretérita presencia aborigen se encuentran a la   altura del manto freático. El Cuero, resulta hasta el momento el único sitio arqueológico reportado en el Municipio Guamá, constructivo de una superposición cultural: productos sobre apropiados. El Vigía, aparece en un alero rocoso del complejo cársico del mismo nombre. Un residuario (ya no existe) de pequeñas dimensiones (unos seis metros de diámetros), contorno circular, ligeramente abultado en su centro. En su porción superior, aparecían esparcidos, moluscos marinos, escasos huesos de Jutías, piezas de crustáceos trazos de ceniza y minúsculas partículas de carbón. Las evidencias estaban diseminadas, sobre todo en la parte exterior del alero, el que debió tan solo servirles a manera de techo protector de los rayos solares o de paravientos al fogón, pues por lo reducido de su espacio, no reúnen condiciones propicias para su utilización como vivienda propiamente, máxime cuando en ese complejo se encuentran cuevas adecuadas para ese propósito.

b) Conchales.

Como su nombre lo indica son residuarios exclusivamente formados por grandes concentraciones de conchas marinas, producto de una recolección intensiva en los fondos   llanos adyacentes, sin otros restos acompañantes que evidencien una permanencia aborigen prolongada de estos puntos, es decir, que  no constituyen sitios de habitación, sino que son el resultado de la acumulación constante de los caracoles del mar, abandonados una vez extraída su parte comestible. En el Municipio Guamá, es en el que mayor número de conchales se han hallado en la provincia Santiago de Cuba, se reportan 15 de estos amontonamientos de moluscos. Es importante señalar, que en algunos de estos residuarios, la presencia de artefactos concluidos en procesos de fabricación y otros abandonados por su inutilización por rotura en el desarrollo de su confección, parece demostrar que, en estos casos, además de la extracción de la masa alimenticia de los moluscos, se tallaron artefactos de esa materia prima marina, por lo que debían ser considerados como residuarios – talleres de conchas

Los conchales reportados hasta nuestros días en el territorio de Guamá son los siguientes: Arena Menuda, La Playita, Boca de Dos Ríos, Río Cojímar, La Caridad de Cojímar, Aserradero, El Paraíso , Cabagán, La Playuela, El Farallón, Sevilla , La Pesquera, Chivirico y Don Luis. De todos estos conglomerados de moluscos descuella, por sus enormes dimensione, el de La Caridad de Cojímar, que presentaba – ya que fue destruido por  equipos maquinizados entre 1960 y 1970 – un largo de casi dos kilómetros, con ancho fluctuante entre 50 y 80 m y una altura máxima de 1,5 m, el de mayor tamaño informado hasta el presente en Cuba. Tanto los escasos sitios de habitación, como los conchales detectados, se encuentran invariablemente situados junto o muy próximo – de la orilla del mar cercano a fuentes de agua potable. Las principales actividades económicas desplegadas por los aborígenes, durante su permanencia en Guamá, fueron: Recolección de moluscos marinos (siguas, cobos, almejas, ostiones, lapas y otros). La caza (jutias majaes, iguanas, así como otras actividades apropiativas como fue la recolección de huevos, pichones etc.  Captura de crustáceos: como el cangrejo rojo o caro, el azul o de la tierra, las jaibas tanto de agua dulce como marina, la pesca litoral así como la captura de quelonios marítimos y fluviales.

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